Suelo y riego
• La ruda se adapta bien a diferentes tipos de suelo, pero prospera mejor en una mezcla que contenga arena para asegurar un buen drenaje.
• Añadir materia orgánica al suelo favorece el crecimiento de la planta y ayuda a mantener la humedad, lo que es esencial para el desarrollo de sus hojas.
• Si la plantas a pleno sol, riega la ruda unas 3 veces por semana para mantenerla hidratada, pero evita que el suelo esté encharcado.
Temperatura y luz
• La ruda prefiere climas cálidos y soleados. Colócala en un lugar donde reciba pleno sol para que crezca más fuerte y saludable.
• Si vives en una zona con inviernos fríos, es recomendable trasladar la planta al interior durante los meses más fríos para protegerla de las heladas.
Insectos y plagas
• Una de las ventajas de cultivar ruda es su capacidad natural para repeler insectos, lo que la convierte en una excelente compañera para otras plantas del jardín. Las hojas de ruda contienen sustancias químicas que ayudan a alejar insectos como la mosca blanca y los ácaros.
Propagación de la ruda
• La forma más común de propagar la ruda es mediante semillas, pero también puedes hacerlo a través de esquejes para acelerar el proceso. Para esto, corta un esqueje sano y plántalo en una mezcla de tierra adecuada. En 2 a 3 semanas debería enraizar.
• Es mejor cultivar la ruda en primavera. Cuando las plantas alcanzan unos 20 cm de altura, puedes trasplantarlas al jardín si lo deseas.