Cuando tu orquídea favorita se debilita, comienza a marchitarse, las hojas se arrugan, el tallo no florece y las raíces se secan, ya no tienes nada que perder.
Quedan las últimas opciones. Una de ellas es remojar las raíces en una infusión de té.
Otra opción es reemplazar el sustrato por arena. ¡La orquídea desarrollará nuevas raíces e incluso un brote floral!
Ayuda a tu orquídea a recuperarse y ganar fuerza para que puedas disfrutar nuevamente de su impresionante floración. ¿Cómo hacerlo?
Primero, revisa minuciosamente las raíces, eliminando las muertas y secas con una herramienta afilada desinfectada. Espolvorea los cortes con canela.
Luego, toma una nueva maceta limpia y coloca drenaje en el fondo.
Lo mejor es usar arena limpia y empacada del comercio. Si eliges arena de río o lago, debes calentarla previamente a al menos 125 grados durante 30 minutos.
Planta la orquídea de manera que la arena no cubra el punto donde las raíces se encuentran con las hojas.
Vierte la arena de modo que esté húmeda y mantenla así. El proceso de recuperación de la orquídea puede durar hasta dos meses, dependiendo del estado de la planta.
En el nuevo sustrato, la orquídea se regenerará, producirá nuevas raíces verdes y hasta un brote floral.
Solo debes mantener la arena húmeda y proporcionar suficiente luz a la orquídea.
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