• Ubicación adecuada: Elige un lugar con buena luz pero evita la luz solar directa que puede dañar las hojas. Prefiere suelos húmedos y bien drenados para evitar problemas de raíces.
• Temperatura y riego: Tolera diferentes temperaturas pero crece mejor en ambientes cálidos y húmedos. Mantén el suelo siempre húmedo pero evita el exceso de agua para prevenir moho o hongos. Usa agua de buena calidad para el riego.
• Cuidados adicionales: Poda las flores marchitas para estimular la producción de nuevas flores. Fertiliza una vez al mes durante la temporada de crecimiento para garantizar un buen suministro de nutrientes.
• Crear una mezcla y hacerlo florecer:
o Harina de hueso: Rica en nutrientes esenciales como nitrógeno, fósforo y calcio, ayuda al crecimiento de las raíces y protege contra insectos y enfermedades.
o Carbón vegetal: Mejora la estructura del suelo y aumenta la retención de agua y nutrientes.
o Preparación de la mezcla: Combina partes iguales de harina de hueso y carbón vegetal. Aplica alrededor de la base de la planta o mezcla con el agua de riego.
Siguiendo estos pasos, tu lirio de la paz florecerá hermosamente y embellecerá tu hogar con su tranquilidad y belleza.