A esto lo llaman “cáñamo sin mantenimiento”: un solo tratamiento es suficiente y florece dos veces.

Sueñas con un jardín lleno de flores sin mucho esfuerzo? Es posible, ya que muchas plantas son fáciles de cultivar y no requieren grandes cuidados. Entre ellas se encuentra la salvia escarlata, que a veces se encuentra en la naturaleza, pero su cultivo trae grandes beneficios. No solo florece hermosamente, sino que, con poco esfuerzo, puede florecer hasta dos veces. ¿Te gustaría una planta que se asemeje al cáñamo, pero más grande y hermosa? La salvia es la elección perfecta.

Cómo es la salvia?

La salvia escarlata es pariente cercana de la salvia común, aunque no tiene un uso médico tan extendido. En Europa del Este aún se utiliza, pero no posee las propiedades antibacterianas de otras plantas medicinales. Sin embargo, la salvia tiene un gran valor ornamental, lo que la hace una excelente adición a cualquier jardín. Aunque se puede encontrar en estado silvestre, no alcanza su tamaño máximo ni es tan atractiva como las variedades cultivadas. Debido a sus flores, a menudo se la compara con el cáñamo, aunque su cultivo no es complicado.

La salvia es una planta perenne discreta que puede alcanzar hasta 90 cm de altura. Sus largos tallos, que forman grupos densos y están cubiertos de pequeños pelos, llevan diminutas flores de colores intensos, como el púrpura. También existen variedades en blanco y rosa. Además de su belleza, las flores de la salvia desprenden un aroma muy agradable, lo que no solo atrae a nuestro sentido del olfato, sino también a insectos beneficiosos para el jardín. La salvia luce muy bien tanto en parterres individuales como combinada con otras plantas.

Encuentra el lugar adecuado para la salvia

Por qué la salvia está ganando popularidad? Porque tiene bajas exigencias de cultivo. De hecho, suele crecer en áreas naturales con pocos nutrientes, como tierras baldías. Lo ideal es plantarla en un lugar con mucha luz solar, aunque protegido de los fuertes vientos que pueden romper sus frágiles tallos. También puede cultivarse en semisombra, pero en estas condiciones no florecerá tan profusamente. La salvia no tiene grandes exigencias de suelo y se adapta bien a casi cualquier tipo. La única excepción es el suelo compacto y arcilloso, que podría dificultar su desarrollo y causar la muerte de la planta.

Cuándo plantar salvia en el jardín?

Este tratamiento clave puede hacerse dos veces al año: en primavera, cuando ya no haya riesgo de heladas, o en otoño. Aunque las plantas jóvenes son más vulnerables al frío, con el tiempo se vuelven completamente resistentes.

Cuidado del salviar

Cómo cuidar un salviar? No es una tarea difícil. La salvia necesita riego solo durante los primeros días tras su plantación. Después de unas semanas, no tendrás que preocuparte por regarla, ya que tolera bien los periodos de sequía. En casos de sequías prolongadas, un poco de agua ayudará a que recupere su vigor. En cuanto a la fertilización, solo es necesario hacerlo ocasionalmente durante la temporada de crecimiento. Lo más importante es la poda: en primavera, elimina los tallos enfermos o muy viejos, y recorta los restantes a un tercio de su longitud.

El encanto de la floración de la salvia

El mayor atractivo de la salvia es su larga floración, que ocurre en verano. Si las condiciones son las adecuadas, sus hermosas flores adornarán los tallos desde principios de junio hasta finales de agosto. Una vez que las flores se marchiten, es importante retirarlas para estimular la producción de más flores y reducir el riesgo de plagas o enfermedades. Tras la primera floración, en agosto se recomienda cortar la planta un tercio de su tamaño, lo que puede provocar una segunda floración en otoño.

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