No hay nada mejor que los tomates frescos de tu propio jardín. Su cultivo no es difícil, pero en agosto puede volverse algo complicado. En esta época, los tomates pueden agrietarse y arruinar prácticamente todo el esfuerzo invertido. ¿Cómo se puede solucionar esto?
Generalmente, los tomates se cultivan en invernaderos o túneles. El lugar debe estar bien iluminado y protegido del viento. A los tomates les gusta el suelo rico en humus y que drene bien. Además, necesitan abundante agua y fertilizantes ricos en nitrógeno, potasio, fósforo y calcio. Incluso un jardinero principiante puede tener éxito con su cultivo, pero hay algunas cosas a tener en cuenta.
Por qué se agrietan los tomates en la planta?
Esto puede deberse a varias razones:
- Riego inadecuado,
- Fertilización incorrecta,
- Fluctuaciones de temperatura.
Cuando el clima ha estado seco por un tiempo y luego las verduras reciben mucha agua, empiezan a crecer rápidamente. La cáscara no se estira adecuadamente y se agrieta. Un exceso de nitrógeno en el fertilizante o las grandes diferencias entre la temperatura diurna y nocturna pueden causar resultados similares.
Consejo: Existen variedades de tomates más resistentes a las condiciones adversas, como Roma VF y San Marzano. Plantar estas variedades puede reducir el riesgo de agrietamiento de la cáscara.
Qué hacer para prevenir el agrietamiento de los tomates?
Para evitar que los tomates se agrieten, es necesario regarlos regularmente, idealmente tres veces a la semana. De esta manera, el suelo se mantendrá constantemente húmedo. Debe regar las verduras con pequeñas cantidades de agua, aproximadamente 10 litros por metro cuadrado. También es una buena idea aplicar mulch alrededor de las plantas. Esto reduce la evaporación del agua del suelo y previene el sobrecalentamiento de las raíces. Puede usar corteza triturada, fibra agrícola, aserrín, paja o compost para esto. Si cultiva los tomates en un túnel o invernadero, asegúrese de mantener una humedad adecuada, que debe estar alrededor del 65%.