- Elija una hoja sana de la planta madre.
- Use tijeras limpias para cortar la hoja en su base.
- Corte el tallo a 1-2 pulgadas y elimine el exceso de tejido.
- Prepare una mezcla húmeda de vermiculita u otro sustrato adecuado.
- Inserte el tallo en el medio preparado.
- Mantenga la humedad pulverizando agua o cubriendo con una bolsa de plástico.
- Coloque en un lugar cálido y luminoso, pero evite la luz solar directa.
- Mantenga el suelo húmedo pero no encharcado.
- Espere a que desarrollen raíces y nuevo crecimiento.
- Trasplante las nuevas plántulas en macetas individuales.
- Cuide las plantas como si fueran violetas africanas maduras.
Sea paciente; puede llevar varias semanas ver el crecimiento.