Antiguamente, era costumbre ocultar las cáscaras de huevo de gallina, ya que se añadían desmenuzadas a la alimentación de las aves. El alto contenido de calcio no solo beneficia a las gallinas, sino que también resulta útil en el jardín. La cáscara de huevo es un excelente abono y una reserva de minerales en el compost.
Por qué es recomendable secar bien las cáscaras en invierno y cómo pueden ser útiles en las labores del jardín?
Cáscaras de huevo como fuente de minerales El huevo es saludable para el suministro diario de proteínas, minerales y antioxidantes, pero la cáscara de huevo también contiene sustancias valiosas. El 98% de la materia seca de la cáscara de huevo es inorgánica, principalmente carbonato de calcio, carbonato de magnesio, y fosfato de calcio y magnesio. El calcio y el magnesio son precisamente los nutrientes que benefician al jardín, por lo que las cáscaras de huevo trituradas se pueden agregar al compost o espolvorear directamente alrededor de las plantas que requieren un suelo alcalino o neutro. Sin embargo, no son adecuadas para arándanos o frambuesas, que necesitan un entorno ácido.
Polvo mágico para el jardín Cómo podemos ayudar en el jardín y esperar una cosecha abundante? La respuesta está en una adecuada fertilización, y la cáscara de huevo es la mejor manera de reponer el calcio y el magnesio. Solo tienes que triturarlas en trozos lo más pequeños posible y esparcirlas alrededor de tomates u otras verduras, guisantes, zanahorias, cebollas o ajos. Este polvo también se puede esparcir sobre el césped para que reciba los nutrientes necesarios, así como alrededor de las peonías, lirios, tulipanes o rosas. Además, los trozos más grandes triturados pueden usarse como barrera contra las babosas, para las cuales estas resultan impenetrables.
Una solución tanto para los lechos de flores como para las babosas Las cáscaras recolectadas también se pueden utilizar para plantar semillas, por lo que vale la pena conservar algunas en buen estado. Además, se puede hacer un remedio contra las picaduras de insectos a partir de las cáscaras de huevo. Simplemente vierte las cáscaras trituradas en un pequeño frasco, cúbrelo con vinagre de manzana y deja reposar durante unos días. Después de filtrar, utiliza la solución durante aproximadamente un mes para heridas y picaduras de insectos.