El clorofito, conocido comúnmente como Chlorophytum comosum, es una de las plantas de interior más apreciadas y extendidas debido a su aspecto tropical y la simplicidad de sus cuidados.
A pesar de ser una planta muy resistente, es necesario seguir ciertos cuidados específicos si se desea que florezca y se vuelva aún más hermosa y especial.
A continuación, te presentamos los cuidados básicos para el clorofito y algunos consejos para estimular su floración abundante.
Ubicación de la planta
Es crucial colocar la planta en un lugar bien iluminado por la luz solar, pero protegida de los rayos directos del sol, que pueden dañar las hojas, especialmente durante el verano. También debe protegerse de las temperaturas extremas, ya que tanto el frío como el calor excesivo pueden dañar permanentemente la planta.
Suelo
Asegúrate de que el sustrato del clorofito esté bien drenado para evitar el estancamiento del agua, lo cual podría provocar el deterioro de la planta.
Riego
Durante la primavera y el verano, es recomendable regar la planta dos veces por semana, mientras que en invierno se debe hacer cada 10 días. El sustrato del clorofito debe mantenerse siempre húmedo, pero se deben evitar los encharcamientos. De vez en cuando, puedes rociar agua a temperatura ambiente directamente sobre las hojas.
Si las hojas se vuelven flácidas y caen fácilmente, es posible que la planta esté recibiendo demasiada agua. Si, por el contrario, las puntas de las hojas comienzan a secarse y volverse marrones, es necesario aumentar la cantidad de agua.
La floración del clorofito es un proceso natural que ocurre solo cuando la planta se cuida adecuadamente. Siguiendo los consejos descritos anteriormente, el clorofito debería producir muchas flores.