Ajo siempre fresco e intacto durante 1 año: solo los chefs conocen este truco en la cocina.

Conservar el ajo es una técnica valiosa conocida principalmente por chefs experimentados. Este ingrediente versátil y rico en propiedades tiene diversos usos, ya sea para condimentar platos o incluso consumido crudo por sus beneficios. Sin embargo, existe un método para preservarlo y garantizar su durabilidad por hasta un año. Descubre más sobre esta técnica.

Cómo guardar el ajo: todos los detalles

El ajo tiene la capacidad de regular la presión arterial y reducir significativamente el colesterol. Gracias a sus propiedades, puede desintoxicar el hígado. A menudo se desperdicia, pero nutricionalmente es uno de los más poderosos. Para aprovechar todos sus beneficios, basta con consumirlo crudo.

Es importante recordar que estos son solo algunos de los beneficios del ajo. Este ingrediente actúa como un antibiótico natural, combate los parásitos intestinales y fortalece el sistema inmunológico. Además, es un antiinflamatorio natural, regula el sistema circulatorio y previene enfermedades cardiovasculares.

En invierno, el ajo se convierte en nuestro aliado principal, siendo excelente para combatir la gripe estacional. Tenerlo en casa es esencial, no solo para uso culinario, sino también para nuestro bienestar. Pero, ¿cómo podemos conservarlo? Existe un método fantástico para mantener el ajo en perfectas condiciones, sin que se pudra durante al menos un año. Vamos a descubrir más sobre ello.

Ajo intacto por un año: cómo conservarlo

Los chefs experimentados seguramente estarán familiarizados con este método de preservar el ajo. En primer lugar, toma medio kilo de dientes de ajo y déjalos en remojo durante aproximadamente una hora en agua tibia. Después de secarlos, pélicalos y verás que se pelan fácilmente porque la cáscara se ablandó.

Luego, coloca todos los dientes de ajo en un frasco de vidrio esterilizado. Añade dos cucharadas de sal gruesa, lo que debería equivaler a aproximadamente 30 gramos de sal. Ahora, agrega unas cucharadas de vinagre de manzana o, si lo prefieres, vinagre de vino; este ingrediente ayudará a preservar el ajo.

Finalmente, lleva un poco de agua a ebullición y deja que se enfríe. Antes de cerrar el recipiente con su tapa, corta una rodaja de limón y colócala sobre el ajo. Cierra bien el frasco y agítalo para mezclar todos los ingredientes.

De esta manera, podrás mantener los dientes de ajo en perfectas condiciones durante más de un año, sin que se pudran. Además, podrás consumirlos siempre que desees, sin necesidad de pelarlos cada vez que los necesites. Este método es utilizado por muchos chefs, siendo práctico y, sobre todo, eficaz.