Cualquier orquídea, incluso una antigua o marchita, puede ser rescatada con cuatro simples ácidos.
En comparación con los productos químicos de las tiendas, son completamente inofensivos y no es posible usar cantidades excesivas que dañen la planta en sí.
Estos cuatro ácidos son: ámbar, bórico, nicotínico y ascórbico. Úselos en la siguiente proporción:
- Ácido ámbar: 2 gramos por 1 litro de agua.
- Ácido bórico: 0,25 gramos por 1 litro de agua.
- Ácido nicotínico: 1 tableta por 1 litro de agua.
- Ácido ascórbico: 1 tableta por 1 litro de agua.
La aplicación de cualquier ácido puede realizarse en las hojas (por pulverización) o directamente en las raíces. Es necesario agregar los ácidos nicotínico y ascórbico a lo largo de las raíces, y los ácidos ámbar y bórico a lo largo de las hojas. Intervalo: una vez cada 10 días, alternando los diferentes ácidos uno tras otro.