Las hojas serán más brillantes y carnosas, las raíces serán más gruesas, ¡y la propia orquídea comenzará a producir nuevos tallos de flores! Comienza a regar la orquídea con agua de limón (con jugo de limón o ácido cítrico), ¡y verás cómo la flor cambia ante tus ojos!
Además de su función principal, el jugo de limón también previene la formación de moho en las raíces. Esto significa que si comienzas a regar regularmente tu orquídea con agua de limón, estará más saludable y no tendrás que comprar otros productos para revitalizarla. Las orquídeas responden muy bien al agua acidificada.
Para regar la orquídea, utiliza 2 gramos de ácido cítrico (un poco menos de media cucharadita) por cada litro de agua. Si prefieres usar jugo de limón puro, la proporción es de 1 cucharadita por cada litro de agua.
Puedes aplicar primero el fertilizante líquido en las hojas y luego sumergir la planta en el líquido durante 15 minutos. ¡Esta combinación de riego proporcionará un efecto rápido y positivo a la planta!