Cómo sembrar una semilla de mango y cultivarla con éxito en una maceta

Las mangas, con su dulzura suculenta y su sabor tropical, son una deliciosa adición a cualquier jardín.

Y si te dijera que puedes cultivar tu propio árbol de mango en la comodidad de tu hogar?

¡Sí, has oído bien! Cultivar un árbol de mango a partir de una semilla no solo es una experiencia divertida y gratificante, sino también una excelente manera de disfrutar de los frutos de tu trabajo (literalmente).

En esta guía, te acompañaremos a lo largo del proceso de plantar una semilla de mango y convertirla con éxito en un próspero árbol de mango en maceta.

Materiales necesarios:

  • Semilla de mango fresca: Comienza con un mango maduro y saludable. Extrae la semilla con cuidado, asegurándote de abrir la cáscara para exponer la semilla mientras la mantienes bien protegida.
  • Palillos de dientes: Reúne algunos palillos de dientes para ayudar a suspender la cáscara de la semilla agrietada en el agua.
  • Vaso o maceta: Encuentra un vaso o maceta transparente que te permita observar el crecimiento de la semilla.
  • Agua: Usa agua limpia a temperatura ambiente para la fase inicial de germinación.
  • Maceta y tierra: Una vez que tus semillas hayan germinado, necesitarás una maceta adecuada y tierra rica en nutrientes para trasplantarlas.

Guía paso a paso:

  1. Extrae la semilla: Retira delicadamente la semilla del mango, abriendo suavemente la cáscara para exponer la semilla manteniéndola dentro de la cáscara.
  2. Prepara la semilla para la germinación: Inserta palillos de dientes en los lados de la cáscara agrietada, espaciándolos uniformemente para crear una estructura de soporte estable. Los palillos descansarán en el borde del vaso, suspendiendo la semilla en el agua.
  3. Suspende la semilla en el agua: Coloca la semilla pinchada con un palillo de dientes y la cáscara agrietada en el vaso o frasco, asegurándote de que la base de la semilla esté sumergida en el agua. La cáscara agrietada sostendrá la semilla mientras absorbe agua y comienza el proceso de germinación.
  4. Vigila y cambia el agua: Mantén un ojo en el nivel y calidad del agua. Cambia el agua regularmente para evitar el crecimiento de moho y garantizar un entorno saludable para tus semillas de mango.
  5. Espera la germinación: ¡Ten paciencia! Puede tomar algunas semanas para que la semilla de mango se abra más y envíe un pequeño brote a través de la cáscara agrietada. Una vez que el brote alcance unos centímetros de altura, está listo para el siguiente paso.
  6. Trasplante: Transplanta cuidadosamente las semillas germinadas con la cáscara agrietada en una maceta con tierra bien drenada. Asegúrate de que el brote esté sobre la superficie del suelo mientras la semilla está parcialmente enterrada en la cáscara agrietada.
  7. Proporciona cuidados adecuados: Coloca el árbol de mango en maceta en un lugar soleado y riégalo regularmente. A medida que crece, considera la posibilidad de introducir un fertilizante equilibrado para fomentar un desarrollo saludable.

Al incorporar la cáscara de la semilla agrietada en el proceso, estás creando una estructura estable y de apoyo para tu semilla de mango, permitiéndole germinar y crecer con éxito. ¡Buena suerte con el cultivo!