Crisantemos, con su diversidad de colores, han cautivado a más de un jardinero. En caso de que recibas un ramo de estas flores y decidas plantarlas en macetas, te ofrecemos una forma sencilla de propagarlas.
Cómo enraizar y propagar crisantemos:
Primero, prepara esquejes. Corta el extremo seco y divide la ramita en varias partes, cada una con 4 “nodos”. Los brotes laterales de la planta también se pueden enraizar si no están marchitos o rotos.
Es preferible utilizar tierra neutral para plantar los esquejes, ya que permite una perfecta aireación y retiene la humedad. La tierra común no posee estas propiedades. Puedes adquirir un sustrato especial en cualquier tienda de jardinería.
Antes de plantar, recorta ligeramente cada esqueje y colócalos primero en un vaso con agua y luego en una solución estimulante del crecimiento. Luego, clava los esquejes en la tierra a una profundidad de aproximadamente 1 cm.

Riega todo y coloca los vasos en bolsas con cierre hermético. Coloca las plántulas de manera que reciban luz solar, pero no directa. Asegúrate de que la temperatura en la habitación sea estable, alrededor de 25 grados Celsius.
Airea las plántulas todos los días, controla la humedad según sea necesario y riega. El nuevo sistema de raíces comenzará a desarrollarse en las plantas en 2-3 semanas. También notarás la aparición de nuevas hojas. Cuando los esquejes hayan enraizado, retira las bolsas y continúa cultivándolos como cualquier otra planta de interior.

Trasplanta los esquejes al suelo libre en primavera, cuando el suelo esté un poco cálido y la temperatura sea más o menos estable. Algunos mantienen los crisantemos en macetas, pero no olvides regar y fertilizar las flores a tiempo. Un cuidado adecuado garantizará una floración duradera hasta las heladas.