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Las orquídeas son plantas muy apreciadas por su belleza y elegancia. Sin embargo, su cuidado no siempre es fácil. Entre los problemas de raíces y la dificultad para hacerlas florecer nuevamente, puede resultar complicado mantener estas flores que tanto amamos en buen estado de salud. Por lo tanto, cualquier truco es bienvenido, especialmente si es fácil de implementar y efectivo, ¡incluso si es un poco inusual! Así que descubre este truco para tener orquídeas magníficas… ¡reciclando de manera ingeniosa las cáscaras de nueces!
Por qué usar cáscaras de nuez para tus orquídeas? En caso de un pequeño antojo, ¡las nueces suelen ser la opción! Gracias a su riqueza en nutrientes (vitaminas B y E y omega-3), son un delicioso refrigerio, al igual que sus cáscaras, que también benefician a nuestras plantas. Colocadas en la tierra de nuestras orquídeas, ayudan a que se desarrollen mejor al hacer que la tierra sea más aireada. Excelentes como sustituto de las bolas de arcilla, permiten una excelente oxigenación del suelo y un eficiente drenaje del agua dentro de la maceta. Esto permite que tus plantas absorban mejor el agua durante el riego. Colocadas sobre el sustrato, también ayudarán a retener la humedad y el calor, lo que reducirá las necesidades de riego de tu orquídea.
Y lo más importante, gracias a su riqueza en yodo, evitan que el sustrato se vuelva demasiado calcáreo, lo cual no es bueno para el desarrollo y la salud de este tipo de planta. Además, esta característica yodada actúa como un repelente para todos los pequeños insectos perjudiciales que podrían acercarse demasiado a las flores. Por último, estas cáscaras se descomponen muy lentamente, lo que permite que la orquídea se beneficie de ellas durante mucho tiempo.
Cómo proceder? Ya sea que uses cáscaras de nuez, pecanas, avellanas o macadamias, las propiedades son las mismas. Sin embargo, en cualquier caso, no podrás usarlas tal cual en tus plantas. Siempre es necesario triturarlas con una trituradora o aplastarlas con un martillo antes de usarlas. Luego, puedes usarlas de varias maneras.
Primero, pueden utilizarse para el drenaje si se colocan en el fondo de la maceta. De lo contrario, se pueden añadir cuidadosamente al sustrato, idealmente con corteza de pino, musgos vegetales, fibra de coco o incluso bolas de arcilla si así lo deseas. Al igual que el poso de café o las cáscaras de huevo, tus restos de alimentos ayudarán a enriquecer el suelo además de favorecer una buena aireación. Finalmente, su uso como mantillo es una última opción muy eficaz.
Y si no tenemos orquídeas, qué hacemos con nuestras cáscaras de nuez? Sus usos en el jardín son variados. Entonces, en lugar de tirarlas a la basura, ¡piénsalo bien! Por ejemplo, se pueden agregar a la compostera. En este caso, asegúrate de triturarlas antes de agregarlas al compost para facilitar su descomposición. Después de varios meses, obtendrás un fertilizante natural muy efectivo. También se pueden quemar directamente para obtener cenizas muy ricas en nutrientes beneficiosos. Para todas tus plantas verdes, plantas de interior, arbustos e incluso tus orquídeas, podrás utilizar estas cenizas para enriquecer su suelo.