Guardar semillas de calabacín puede ser una forma fácil y rentable de asegurar una cosecha abundante de calabacines en la próxima temporada de crecimiento. En esta guía paso a paso, te explicaremos el proceso de guardar semillas de calabacín sin adentrarnos en anécdotas extensas.
Paso 1: Elegir el Calabacín Adecuado
Selecciona un calabacín maduro de tu jardín para guardar las semillas. Los calabacines generalmente se cosechan para el consumo cuando están inmaduros, pero para guardar semillas, es necesario permitir que el calabacín madure completamente en la vid. Esto significa dejar que crezca tanto como sea posible mientras la piel se vuelve amarilla y se vuelve resistente. La pulpa debe ser no comestible en este punto, indicando que las semillas dentro están maduras.
Paso 2: Extraer las Semillas de Calabacín
Para extraer las semillas de calabacín, usa un cuchillo afilado o un pequeño hacha para cortar el calabacín por la mitad. Comienza eliminando el extremo del tallo, creando una superficie plana para obtener mejor apalancamiento. Corta desde el extremo de la flor hasta el otro lado. La mayoría de las semillas estarán concentradas en la parte inferior y más grande del calabacín.
Paso 3: Sacar las Semillas
Con una cuchara o tus manos, saca las semillas de calabacín. Recoge tantas semillas como sea posible en un recipiente, teniendo en cuenta que algunas resbaladizas pueden escapar. Al mismo tiempo, elimina el exceso de pulpa húmeda del calabacín. Desecha tanto el calabacín dessemillado como la pulpa en tu montón de compost, cortando la pulpa en trozos más pequeños para facilitar la descomposición.
Paso 4: Limpiar las Semillas de Calabacín
Hay dos métodos para limpiar las semillas de calabacín. El primer método implica fermentarlas en un recipiente con agua durante 1-2 días, seguido de un enjuague con agua corriente y secado. Alternativamente, puedes enjuagar las semillas en agua, agitarlas, dejarlas reposar durante 5-10 minutos y luego colarlas usando un colador de malla fina.
Paso 5: Secar las Semillas de Calabacín
Coloca las semillas limpias en un plato grande de cerámica o una pantalla de secado para que se sequen al aire. Las semillas gordas y rechonchas valen la pena guardar, mientras que las planas o deformadas deben desecharse junto con la pulpa. Evita usar un deshidratador u horno para secar, ya que esto podría dañar la viabilidad de las semillas. Después de 3-4 días, las semillas de calabacín deberían estar lo suficientemente secas para almacenarlas.
Paso 6: Almacenar tus Semillas de Calabacín
Una vez que las semillas estén completamente secas, guárdalas en un sobre de papel o un frasco de vidrio. Asegúrate de etiquetar el recipiente con el nombre de la variedad de calabacín y la fecha de almacenamiento. Esta etiqueta es esencial para llevar un seguimiento de tus semillas guardadas.
Siguiendo estas instrucciones paso a paso, puedes guardar fácilmente las semillas de calabacín de tus calabacines maduros, asegurando un suministro futuro para tu jardín. Este proceso te permite preservar la diversidad genética de tu variedad de calabacín y contribuir a un jardín próspero en las próximas temporadas.
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