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El otoño es a menudo apreciado por sus colores, que son un verdadero deleite para los ojos. El verde da paso a una gama de tonos dorados y anaranjados, para el deleite de niños y adultos, todos amantes de hermosos espectáculos naturales. Al menos, se aprecia hasta que las hojas muertas terminan en los senderos. Comienza entonces la ardua tarea de recoger las hojas muertas sin un soplador de hojas para el jardinero. ¿Y si en lugar de tirarlas al vertedero y quejarse de este montón de hojas, decidieras reutilizarlas de manera útil para tener una visión más positiva? Para ello, te ofrecemos todas nuestras buenas ideas y usos para reciclar estas hermosas hojas de otoño. ¡Para cambiar la perspectiva de esta tarea!
Precauciones básicas con las hojas muertas Es importante utilizar solo las hojas sanas de sus árboles y arbustos para la mayoría de los trucos. Esto excluye aquellas que están cubiertas de microorganismos, parásitos o pruína, así como aquellas que están manchadas de negro. Incluso se recomendaría quemarlas para evitar la propagación de enfermedades criptogámicas.
- Proteger plantas frágiles y delicadas con una capa de hojas El invierno puede ser duro y resultar en la congelación de raíces y bulbos (especialmente en los bulbos de verano como el dalia que no se puede llevar adentro necesariamente). Como resultado, las plantaciones se pudren y tus plantas mueren. Tus arúsculas, fucsias y otras agapanthus siempre salen en un estado lamentable. Toma las hojas recogidas y espárcelas sobre el suelo como protección. A diferencia de la paja y el mantillo habitual, estas hojas no se empaparán de agua congelada que favorece la congelación de la vegetación. Con un velo forzado o una rejilla, no se moverá, pero evita compactar.
Las hojas resistentes (roble, troco, haya, laurel) son perfectas para los macizos y ofrecen una excelente protección. Las más grandes (castaño, plátano) son ideales para arbustos, las más pequeñas (cerezo, carpe, avellano, sauce) servirán más para macizos perennes (arúsculas, fucsias). Y si tienes un pino, las agujas pueden proteger a los hostas o cualquier planta que las babosas disfruten demasiado.
- Como mantillo para suelos desnudos Estos suelos son sensibles a las lluvias que los compactan y golpean. También pueden congelarse en invierno. Puedes preservar estas áreas de cara a la primavera o colocarlas en esta temporada para evitar la aparición de malas hierbas. ¡Solo coloca una capa gruesa! Esto protegerá el ecosistema que se esconde allí, la descomposición proporcionará alimento a los animales (convirtiéndolo en una materia orgánica fertilizante) y también puede proteger los cultivos incluso en clima frío. La buena idea es cubrir todo con una buena capa de ceniza de madera humedecida para que se mantenga y la tierra sea aún más rica.
- Fertilizante, el método simple para usar hojas muertas
Puedes hacer un montón con hojas húmedas en el fondo del jardín y protegerlo con una lona debajo de la cual dejarás que todo se descomponga. También puedes utilizar un silo. Luego, será necesario revolver de vez en cuando y humedecer o agregar purín de ortiga en caso de tiempo seco. Esto producirá un buen humus. Para obtener un buen sustrato de hojas muertas, la solución más sencilla es poner todo en grandes bolsas de basura (con algunos agujeros) y olvidarlas durante 18 a 24 meses.
- Hacia el compostador También puedes ponerlas con el resto del compost alternando capas con residuos verdes. Para ello, haz una capa de unos veinte centímetros con las hojas y coloca material orgánico rico en nitrógeno encima (sangre seca, excrementos de aves de corral, cuerno tostado…). También puedes agregar purín o hojas frescas de ortiga o consuelda. Los montones deben permanecer aireados y húmedos. Después de 6 meses, puedes enriquecerlos nuevamente con materiales nitrogenados. Después de un año, podrás usarlo, pero si eres paciente, tendrás un excelente sustrato en 2 o 3 años.
Contrariamente a lo que se cree, las hojas coriáceas no son imposibles de usar. Solo tienes que extenderlas sobre el césped y pasar la cortadora de césped para que se mezclen con la hierba, se enriquezcan con nitrógeno y se descompongan mejor (y sobre todo más rápido). Sin embargo, si pones hojas de árboles frutales, nunca pongas este compost debajo de otro árbol frutal para evitar la propagación de enfermedades entre ellos. Una pequeña trituradora también puede servir.
- Nidos de hojas muertas para los erizos Estos adorables animales son muy útiles en los jardines y se alimentan de muchos indeseables (larvas, lombrices, arañas, caracoles…) mientras dejan tranquilos tus deliciosos vegetales. Desafortunadamente, son cada vez más raros, pero si te encuentras con alguno en tu pequeño trozo de tierra, puedes hacer pequeños nidos de hojas y ramitas para estos pequeños animales activos durante la noche.
- ¡Haz arte con ellas! Bueno, cuando hablamos de arte, es probablemente exagerado, pero muchas actividades manuales pueden incluir estos pequeños tesoros vegetales flamígeros. Solo evita las hojas demasiado frágiles, dañadas o agujereadas. Hay técnicas para conservar bien las hojas secas, como colocarlas entre dos hojas de papel encerado y pasar una plancha, o cubrirlas con cera blanca o pegamento para mantener su forma y color durante mucho tiempo. Un paso por el microondas (prestando atención para evitar que se incendien) para secarlas y luego una capa de barniz acrílico también puede funcionar.