El miedo a percibir olores desagradables es a menudo una de las razones que impide a algunas personas comenzar a compostar, a pesar de los beneficios de esta práctica para revalorizar los desechos y crear un fertilizante verde casero. Sin embargo, un compost exitoso no emite olores fuertes desde su contenedor. Si tu compost huele particularmente mal y es fuente de molestias (moscas, etc.), esto suele ser un indicio de que el compost está desequilibrado o mal aireado. Para evitar malos olores en el compost, es necesario evitar ciertos errores y seguir las siguientes pautas para reequilibrar la mezcla si es necesario. Con estos consejos, pronto resolverás el problema de que tu compost huela mal.
- Si el compost huele mal como a huevo podrido, mézclalo Numerosos errores pueden causar olores desagradables en el compost. Sin embargo, uno de los más comunes está relacionado con una descomposición deficiente. Para evitarlo, asegúrate de combatir dos problemas: una mala mezcla y una descomposición demasiado lenta de tus adiciones. Comienza mezclando el compost durante más tiempo, eliminando los grumos de materia. Luego, acelera la descomposición con purín de ortiga (aquí está la receta). También puedes agregar cáscaras de huevo trituradas o un poco de bicarbonato de sodio para absorber el olor y equilibrar el pH del compost.
- Deja de agregar alimentos que debes evitar en el compost No veas tu compostador como una segunda papelera donde puedes arrojar cualquier cosa. De hecho, algunos alimentos no solo tardan mucho en descomponerse (favoreciendo los olores), sino que también desprenden olores desagradables al pudrirse (lo que también podría atraer pequeños insectos al compost). Para evitar estos problemas, evita tirar carne, pescado, productos lácteos, huevos o productos de panadería. En cuanto al aceite y las grasas en general, sofocan el compost y limitan su descomposición. Por último, en el caso de las cáscaras de crustáceos o nueces, asegúrate de triturarlas antes de agregarlas.
¿Demasiado tarde? Si no puedes quitar estos alimentos de la pila, asegúrate de mezclar bien las sustancias olorosas. Luego, agrega una buena capa de materiales secos para cubrirlos y ayudar en su descomposición.
- Si el compost huele mal con un olor a azufre o amoníaco, cuidado con la humedad Un compost demasiado seco no es propicio para la descomposición de los residuos orgánicos. Los microorganismos en el contenedor necesitan humedad para desarrollarse y transformar la materia orgánica en fertilizante. Sin embargo, lo opuesto tampoco es deseable. Si agregas demasiada agua o si tus desechos generan jugo durante la descomposición, olerás azufre o amoníaco. Esto ocurre a menudo en casos de exceso de desechos verdes (especialmente recortes de césped), lo que desequilibra la materia y la vuelve demasiado rica en nitrógeno. En este caso, airea la pila volteándola y agrega materiales secos (cartón, hojas secas, paja, ramitas trituradas secas, cenizas de madera, papel periódico, virutas de madera, etc.).
- Presta atención al pH de un compost que huele mal En un buen compost sin olores, ¡todo se trata de equilibrio! Sin embargo, en un compost al que se le agregan demasiados residuos ácidos, como las cáscaras de cítricos en grandes cantidades, esto puede modificar profundamente el pH de tu abono y hacer que huela mal. Por lo tanto, es preferible limitar estos agregados o reequilibrar el humus después.
- Último escenario: el olor a fermentación Un compost que huele a fermentación, pero solo al abrir el compostador, está listo para usarse en el jardín. ¡Finalmente podrás aprovechar el resultado de meses de espera y trabajo para crear tu propio fertilizante casero!