El invierno es una temporada muy dura para las plantas de exterior que luchan contra las inclemencias del tiempo en el huerto o jardín. Lluvia, nieve, viento, exceso de humedad… nada les es ahorrado durante la temporada invernal, lo que disminuye sus posibilidades de supervivencia si no están adaptadas al clima. Sin embargo, nuestras plantas de interior también pueden sufrir. Entre la calefacción que seca el aire, el frío ambiente y la falta de luz, a menos que sean cactus de Navidad, las plantas verdes de la casa sufren mucho durante la larga temporada invernal. Para prolongar su belleza y hacer que su vida sea más llevadera hasta la próxima primavera, descubre los errores que no debes cometer con tus plantas de interior en invierno.
(Por supuesto, la mayoría de estos consejos son válidos durante todo el año para ayudar a las plantas a prosperar. Sin embargo, es en invierno cuando estos errores afectarán más a tus vegetales ya debilitados. Así que asegúrate de no ponerlos en peligro.)
Error 1: Descuidar el polvo de las plantas en invierno En invierno, la luz disminuye. Por lo tanto, no es el momento de lucir un follaje cubierto de polvo que afecta la vitalidad de las plantas y el proceso de fotosíntesis vital para ellas. Para evitar debilitar sus hermosas hojas verdes, recuerda quitar el polvo con más frecuencia. Para hacerlo, existen varias técnicas efectivas. Una vez al mes, puedes usar un algodón empapado en cerveza para quitar el polvo y hacer que las hojas brillen al mismo tiempo que las proteges de los insectos parásitos perjudiciales que podrían atacarlas (áfidos, arañas rojas, cochinillas, etc.). El resto del tiempo, un simple paño suave o un plumero será más que suficiente.
Error 2: Variaciones de temperatura demasiado extremas en la casa Las constantes fluctuaciones de calor y frío pueden debilitar aún más a las plantas que ya están sufriendo. Es mejor evitar sobrecalentar la casa en este período y mantener una temperatura constante en la medida de lo posible. También ten en cuenta la presencia de una chimenea encendida, un radiador cercano o una ventana fría. Además, la calefacción cercana reseca el aire y puede dañar a las plantas más sensibles (como las plantas exóticas). Si es posible, aléjalas de cualquier fuente de calor y mantenlas en una habitación donde la temperatura varíe menos (como el dormitorio o la oficina en lugar de la cocina o la sala de estar) para mantenerlas saludables. Para contrarrestar los efectos secantes de la calefacción y mantener un nivel de humedad adecuado, rocía también sus hojas con más frecuencia.
Error 3: Regar en exceso las plantas en invierno En invierno, no puedes mantener el mismo ritmo de riego que en verano. De hecho, muchas plantas entran en período de dormancia durante el invierno. Además, el sustrato tarda más tiempo en secarse, lo que significa que podrías ahogar tu planta verde. Para evitar que la tierra se pudra y aparezcan enfermedades, limita la cantidad de agua que le das a tu planta de interior y riega solo cuando sea necesario. Para hacerlo, espera al menos a que la capa superior de la tierra esté completamente seca. Ya te dimos todos los consejos para saber si una planta necesita agua aquí. Puedes usar esos consejos como referencia para evitar regar en exceso en invierno.
Error 4: Elegir mal la ubicación de tus plantas en invierno
Algunas plantas son más delicadas y no soportarán bien estar cerca de una ventana mal aislada que deja pasar el frío, o en un vestíbulo o pasillo donde las variaciones de temperatura son muy marcadas. De hecho, podría haber corrientes de aire durante todo el invierno con la entrada y salida de personas. Por lo tanto, elige cuidadosamente las plantas según las características de tus habitaciones. Colócalas según sus necesidades de luz y sensibilidad, y evita mantener tus plantas favoritas en lugares inadecuados.
Además, la mayoría de las veces, las plantas necesitan luz sin exposición directa al sol. Entonces, en invierno (donde la exposición solar es más variable, corta y cambiante), colócalas cerca de una ventana grande, una puerta corrediza de vidrio o una terraza que cumpla con este criterio para maximizar el aporte de luz vital.
Error 5: Utilizar agua de mala calidad Como se explicó anteriormente, el invierno es una temporada difícil para las plantas. Por lo tanto, no es el momento de optar por un suministro de agua mal estudiado. Además de reducir las cantidades o espaciar el riego, a menudo es necesario asegurarse de utilizar agua de mejor calidad. El agua del grifo, que suele ser muy dura, puede causar más daño a una planta debilitada por las dificultades del invierno. Un jardinero prudente, por ejemplo, utilizará agua mineral para regar las plantas que lo aprecian y agua desmineralizada para las demás.
Amigos jardineros, ¿sus plantas parecen estar en mal estado? No permitan que las cosas empeoren y identifiquen los síntomas para abordar el problema lo antes posible. Tomando medidas desde los primeros signos, evitarán que sus plantas sufran demasiado y podrán brindarles los cuidados adecuados.