7 consejos para saber si tus plantas necesitan agua.

El cuidado de las plantas es un campo que requiere ciertos conocimientos. Nuestras plantas pueden sufrir enfermedades, ser infestadas por insectos perjudiciales y parásitos, o necesitar un fertilizante verde para prosperar. Por supuesto, también necesitan un sustrato acogedor, temperaturas adecuadas y la cantidad adecuada de luz. Y aunque todos estos requisitos pueden explicarse en un vivero, hay un aspecto que queda más a discreción de los jardineros: ¡el riego! Varios factores pueden influir en la necesidad de agua de sus plantas de interior o exterior (tamaño de la maceta, tipo de drenaje, tamaño de la planta, etc.). Entonces, ¿cómo saber cuándo regar?

  1. Informarse sobre las necesidades de agua de cada planta No todas las plantas tienen las mismas necesidades de agua. Ya sea en el jardín, en el huerto o en el interior, es necesario tomar el tiempo para informarse antes de embarcarse en las tareas de jardinería. Aquí hay algunos ejemplos para conocer la frecuencia de riego de algunas plantas comunes:
  • Calatea: cada 5 a 10 días
  • Limonero: cada 5 a 10 días
  • Ficus: cada 5 a 10 días
  • Ficus lira: cada 5 a 10 días
  • Orquídea: cada 5 a 10 días
  • Palmera enana: cada 5 a 10 días
  • Peperomia: cada 5 a 10 días
  • Filodendro: cada 5 a 10 días
  • Planta araña: cada 5 a 10 días
  • Suculentas y aloe vera: cada 10 a 15 días
  • Sansevieria: cada 10 a 15 días
  • Espatifilo: cada 5 a 10 días

También tenga en cuenta que en otoño e invierno, generalmente se necesita menos riego, ya que la tierra se seca más lentamente, y es el período de letargo de las plantas. Podrá solicitar menos a sus plantas durante este tiempo.

  1. Confiar en el peso de la maceta Una maceta más pesada indica que la tierra está saturada de agua, lo que la hace más pesada. Puede usar este indicador para todos los tipos de macetas. Para las macetas más grandes o pesadas, simplemente inclinarlas será suficiente. Idealmente, pese la planta después de regar para tener una idea de su peso más alto. Luego, verifíquelo algunos días después. Con el tiempo, conocerá mejor los pesos de las macetas y lo que eso implica en términos de riego.
  2. Echar un vistazo a la tierra ¡Un simple vistazo a la maceta puede revelar más sobre su planta de lo que piensa! Por ejemplo, un suelo húmedo es más oscuro que un suelo seco (que suele ser de color marrón claro). Para las plantas que necesitan un sustrato húmedo (como los helechos), este indicador visual puede ser muy útil. Evite usarlo para plantas que requieren menos riego. Si les proporciona agua tan pronto como la tierra se aclara demasiado, ¡puede ahogarlas! Además, para cactus, suculentas y otros ficus, por ejemplo, tenga cuidado con el riego excesivo. También note que la tierra puede parecer seca en la superficie pero estar húmeda en profundidad. Por lo tanto, es mejor combinar esta observación preliminar con una pequeña verificación (ver abajo).
  3. Meter “las manos en la masa” (o más bien en la tierra) Una de las mejores formas de estimar si sus plantas necesitan agua es simplemente hundir el dedo en la tierra a tres o cuatro centímetros. ¡Tenga cuidado de no dañar las raíces de sus plantas! Hacer esto permite una mejor estimación, ya que la superficie puede parecer seca aunque el sustrato debajo esté húmedo. Sin embargo, esta técnica funciona menos bien para macetas grandes, así que úsela solo para sus plantaciones más pequeñas.
  4. Saber interpretar las señales que las plantas envían

Récientemente, les ofrecimos una guía para entender los síntomas de las plantas y saber cómo reaccionar. Como explicamos en ese artículo, algunos signos indicadores de sequía pueden observarse en las plantas de interior. En caso de falta de agua, notará, por ejemplo, hojas blandas y caídas que con el tiempo pueden amarillear o volverse marrones. Las tallos tienden a doblarse, mientras que las flores comienzan a marchitarse. En resumen, las plantas pierden tonicidad y vitalidad visualmente. Dedique cada día un tiempo a inspeccionar sus macetas para estar alerta. ¡Y si sus plantas tienen sed, saque la regadera lo antes posible!

  1. Un palo para controlar las necesidades de agua de las plantas Aquí, puede reciclar un palo de helado o una vara china. De lo contrario, una brocheta o un palito podrían servir, lo más importante es usar madera no manchada ni tratada. Para usar esta técnica, simplemente inserte el palo en el suelo a varios centímetros (siempre teniendo cuidado con las raíces). Luego, haga una marca a nivel del suelo con un bolígrafo para saber qué parte inspeccionar. Después de dos minutos, saque su palo de madera y verifique la presencia de rastros de humedad. Una marca clara de agua indica que el suelo está bien hidratado. Repita la prueba en varios días. Por el contrario, una marca tenue indica falta de hidratación. En este caso, ¡sabe lo que tiene que hacer!
  2. Utilizar un medidor de humedad para una estimación clara de las necesidades de agua de las plantas Los trucos de la abuela son efectivos y sencillos. Sin embargo, cuando realmente se ama a las plantas y se tienen muchas, puede resultar bastante tedioso controlar cada maceta de esa manera. En este caso, puede ser prudente invertir en un higrómetro con un buen sensor de humedad. Así podrá determinar fácilmente la humedad del suelo de manera muy precisa. Y tranquilícese: este dispositivo está lejos de ser costoso y es muy fácil de usar.