Al igual que las cáscaras de papas que se pueden utilizar para hacer detergente líquido, la piel de aguacate que nutre la piel y tiñe la ropa, o las pieles de manzanas que hacen que el aluminio brille y mejoran la conservación del pan, las cáscaras de cebolla pueden resultar útiles para muchas aplicaciones. Reciclarlas permite aligerar la carga de los cubos de basura, reduciendo el desperdicio de alimentos y mejorando de manera ingeniosa la vida cotidiana. Si bien siempre es posible utilizar las pieles para tareas domésticas o reutilizarlas en el baño para embellecerse, a menudo es en el huerto o jardín donde nuestros desechos alimentarios encuentran su mejor aplicación. Descubre cómo reutilizar las pieles de cebolla en la jardinería. ¡Las plantas lo agradecerán y los jardineros también!¿Por qué reciclar las pieles de cebolla en el jardín? La cebolla es un alimento rico en buenos nutrientes (vitamina C, quercetina antioxidante, potasio, azufre, yodo, hierro, fósforo, etc.) que
también se encuentra en las pieles. Utilizar estas pieles en el jardín beneficia a las plantas, fortaleciéndolas y esterilizándolas. Además, esto se enmarca en un enfoque de desperdicio cero, bueno para el planeta y reduce la necesidad de recurrir a productos fitosanitarios químicos. De hecho, verás que la piel de cebolla puede servir como fertilizante, fungicida, pesticida, etc. Reciclar estos desechos es también un gesto ecológico y económico en todos los aspectos, ya que se utilizan menos productos químicos costosos para cuidar el jardín, y nada se desperdicia. ¡Obtienes un buen rendimiento por tu dinero!
- Una formidable adición al compost La sugerencia más fácil y rápida es, sin duda, arrojar las pieles de cebolla en el contenedor de compostaje. Después de descomponerse, aportarán todos los nutrientes que contienen. Además, ayudarán a equilibrar el pH del compost al reducir su nivel de acidez. De esta manera, obtendrás un fertilizante rico para mejorar el crecimiento de las plantas y hacerlas más fuertes. Sin embargo, ten cuidado de no añadirlas al lombricompostador, ya que a los gusanos de tierra podría no gustarles su olor a cebolla.
- Un fertilizante con pieles de cebolla para las plantas del jardín ¡Prepara una maceración rica en buenos nutrientes! Para hacerlo, reúne tus ingredientes: 100 g de pieles que hayas cortado y 1 litro de agua de lluvia. Mezcla estos dos elementos en un recipiente hermético y deja macerar durante 24 horas antes de filtrar. ¡Listo! Para usarlo, diluye 100 ml en 1 litro de agua de lluvia y rocía esta mezcla sobre tus plantas una vez cada dos semanas para darles un impulso.
- Pieles de cebolla como fungicida En infusión, las pieles de cebolla tienen propiedades fungicidas y ayudan a combatir el oídio y el mildiú que dañan y matan tus valiosas plantaciones. Para hacerlo, debes reunir dos generosas manojos de pieles de cebolla para tirar en una cacerola de agua fría (calcula unos 2 litros). Lleva todo a ebullición y luego deja hervir durante 10 minutos. Fuera del fuego, deja que infunda durante unos 20 minutos más. Luego puedes filtrar y dejar enfriar la mezcla antes de verterla en un rociador. Pulveriza una vez a la semana sobre las plantas a tratar, preferiblemente en tiempo húmedo.
- Un mulching eficaz para tus espacios verdes ¿Acostumbras a mulchar tus plantaciones con paja, hojas secas u otro material para mantener el suelo fresco y húmedo, y también evitar la formación de maleza? En este caso, puedes esparcir las pieles de cebolla en el mulch. Así podrán liberar sus minerales y vitaminas en el suelo durante su descomposición para alimentar tus plantas.
- Un pesticida a base de cáscaras de cebolla Áfidos, cochinillas, moscas blancas… Combate los insectos perjudiciales y parásitos no deseados gracias a las cáscaras recogidas de tus deliciosos bulbos. Para preparar un pesticida natural casero, necesitarás una infusión de cebolla hecha con una cebolla sin pelar y 4 dientes de ajo. Pica estos ingredientes, luego añade 2 cucharaditas de polvo de pimiento rojo, 1 cucharadita de canela en polvo y un poco de agua para formar una pasta. Finalmente, incorpora 2 tazas de agua y deja infusionar durante toda una noche. Al día siguiente, filtra la solución obtenida con un colador fino o una media de nailon. Guarda todo en el refrigerador hasta el momento de su uso. Para ello, toma una taza de la mezcla que mezclarás con 5 tazas de agua y algunas gotas de jabón líquido (por ejemplo, jabón negro). Pulveriza sobre las plantas infestadas dos veces por semana hasta que desaparezca la invasión.
- Una gran ayuda para el enraizamiento de esquejes Gracias a sus nutrientes y propiedades antimicrobianas, estas cáscaras muy útiles favorecen el enraizamiento de las plantas jóvenes. Solo necesitas reunir un tazón de cáscaras que luego podrás triturar. Luego, agrega 4 a 5 cucharadas de gel de aloe vera fresco o agua de corteza de sauce (remojar en agua durante al menos 24 horas). La idea aquí es formar una pasta flexible que luego podrás diluir en agua, filtrar para usar la solución obtenida y remojar las raíces de los esquejes antes de plantar.
Cabe destacar que las cáscaras de cebolla no son las únicas que se pueden utilizar en el jardín. Por ejemplo, la piel de aguacate no es compatible con el compost, pero puede usarse para obtener plántulas resistentes. En cuanto a la piel de plátano, suma muchos puntos buenos y permite tener plantas verdes y saludables. En general, muchas cáscaras pueden ayudar a alejar a los insectos no deseados y fertilizar la tierra del jardín.