No consumes las cáscaras de tus frutas y verduras. En lugar de tirarlas a la basura, ¿por qué no utilizar estas peladuras en el jardín para reducir la cantidad de residuos y contribuir menos a los millones de toneladas de alimentos desperdiciados cada año en Francia? Hormigas, pulgones, babosas… Estas cáscaras pueden ayudar a los jardineros a combatir numerosos insectos dañinos y parásitos que afectan al jardín y al huerto. Esto no solo permite ahorrar dinero, sino que también limita el uso de insecticidas químicos que amenazan la biodiversidad. Además, este gesto astuto no solo reemplaza los pesticidas, sino que también suele alimentar las plantas. ¡Descubre estos consejos para reciclar estos desechos alimentarios que te serán de gran utilidad en la vida diaria!
- Reciclar las cáscaras de plátano en tu jardín Las pieles de plátano se pueden utilizar de varias maneras en el jardín. Sin embargo, lo que nos interesa aquí es su uso como repelente. De hecho, las tiras de plátano pueden repeler los pulgones que atacan a tus plantas, especialmente a tus queridos rosales. Para hacer esto, hay varias formas de proceder. Un jardinero impaciente puede simplemente decidir cortarlas en trozos pequeños y enterrarlas en el suelo alrededor de las plantas. También es posible sumergir las cáscaras de plátano en agua hirviendo durante unos diez minutos. Luego, deja que se enfríe antes de pulverizarlo sobre las plantas infestadas. (PD: ¡este agua enriquecida también se puede utilizar para regar las plantas cansadas y darles un impulso!)
- Reutilizar las peladuras de pepino contra ciertos insectos ¿No te gusta el olor del pepino? ¡No estás solo! De hecho, compartes una gran similitud con los gasterópodos. Para ahuyentar a los caracoles y las babosas que causan estragos en tus plantas de lechuga, aquí tienes lo que debes hacer. En primer lugar, consigue cuadrados de aluminio. Luego, coloca las cáscaras de pepino sobre ellos. Esto provocará una reacción química muy olorosa que resulta insoportable para estos moluscos indeseados. Solo queda colocar todo en áreas estratégicas. ¡Gracias a esta asociación sorprendente, estos pequeños visitantes irán a babear en otro lugar!
- Las cáscaras de ajo para ahuyentar a la mayoría de los insectos dañinos Los olores fuertes y aromáticos de apio, albahaca, ricino o geranio tienden a ahuyentar a los insectos y actúan como verdaderas plantas repelentes contra la mayoría de los indeseables, especialmente las hormigas. ¡El ajo no se queda atrás! De hecho, se usa con frecuencia con su piel para hacer un puré contra los pulgones. También puedes facilitarte la vida colocando cuencos de cáscaras de ajo cerca de las plantaciones que deseas proteger. Ya sea en casa o en el jardín, estos potpourris improvisados marcarán la diferencia.
- Las cáscaras de limón para un jardín más tranquilo
Las hormigas temen especialmente el olor a limón. Así que un jardinero astuto puede decidir colocar cáscaras de cítricos en su jardín para formar una barrera natural (algo así como las cáscaras de huevo trituradas que impiden el paso de las babosas). Basta con colocar tiras en su camino para bloquear el paso. También se puede suspender cáscaras de limón para ahuyentar a los insectos no deseados, especialmente los insectos voladores que molestan durante las tareas de jardinería o dañan las plantas.
- Las cáscaras de patata, una trampa infalible No todas las cáscaras sirven como repelentes. De hecho, se pueden usar algunas para atraer e insectos y eliminarlos (o trasladarlos a otra área) más fácilmente. Esto es especialmente cierto con los escarabajos de la patata, que se pueden atraer con un plato lleno de cáscaras de patata colocado a ras del suelo. Una vez que estos insectos dañinos estén en el plato, solo queda quitarlos mecánicamente. Esta es una de las estrategias imprescindibles para deshacerse de este coleóptero.
Otras estrategias fáciles con las cáscaras en el jardín Como habrás entendido con este artículo, no faltan trucos para darle una segunda vida a las cáscaras de frutas y verduras en tus espacios verdes. Además de combatir las plagas, también se pueden utilizar las cáscaras para enriquecer el compost. Además, las cáscaras germinadas de zanahorias, patatas o topinambur, al igual que el ajo germinado, la raíz de cebolla o los restos de lechuga rizada, son desechos alimentarios que pueden encontrar una nueva utilidad plantándolos en tierra para dar vida a nuevos alimentos listos para consumir. ¡Buena reciclaje para todos!