Cómo optimizar el espacio en tu invernadero de jardín: 4 consejos

Muchos jardineros sueñan con instalar un invernadero en sus espacios verdes. Este entorno es ideal para cultivar plantas sensibles a las inclemencias climáticas, especialmente al frío, las inclemencias del tiempo y el viento. De esta manera, se pueden cultivar variedades que de otra manera serían difíciles de imaginar en el jardín y huerto. El invernadero también permite invernar las plantas sembradas con esfuerzo que se desean ver en plena salud al regreso de los días soleados. Y, por supuesto, también permite simplemente dedicarse a la jardinería durante todo el año. En este sentido, esta instalación es muy apreciada e indispensable para los amantes de la jardinería. Sin embargo, este espacio sigue siendo bastante limitado. Por lo tanto, es necesario ser organizado y astuto para optimizar al máximo este lugar dedicado a la naturaleza. Aquí tienes algunas claves para un exitoso diseño que quizás incluso te haga ganar espacio.

  1. No lanzarse al diseño sin pensar primero Si quieres aprovechar al máximo este nuevo espacio que se te presenta, tómate un tiempo para reflexionar. Así podrás imaginar las culturas que planeas cultivar en tu invernadero y la función que tienes en mente. ¿Planeas usarlo principalmente para tus cultivos de hortalizas o planeas realizar todos tus semilleros allí? Teniendo todos estos elementos en mente, podrás delimitar eficientemente los diferentes espacios disponibles según tus necesidades y optimizar cada rincón según el invernadero de jardín elegido.

Hacer un plano tendrá otra ventaja. Podrás prever la ubicación de un posible riego automático para evitar pérdidas de espacio innecesarias. Lo mismo se aplica a las posibles luces y sistemas de calefacción. Si planeas invernar algunas plantas o cultivar plantas de gran desarrollo, también puedes reservar un rincón al fondo de tu refugio. De esta manera, no tendrás problemas para ubicarlas cuando llegue el momento. Por último, puedes pensar de antemano en el almacenamiento de tus herramientas y productos fitosanitarios (purines, etc.) que ocupan mucho espacio. Puedes guardarlos ya sea en el interior, en un rincón predefinido, o en otro lugar para ahorrar espacio.

  1. Instalar mesas de cultivo en tu invernadero Colocadas a lo largo de las paredes, las mesas de cultivo son muy útiles en un invernadero. Se utilizan generalmente para todo lo relacionado con la realización y el mantenimiento de siembras tempranas. Sin embargo, sobre todo permiten dividir el espacio vertical en dos. Así, no solo podrás cultivar plantas debajo, sino también embarcarte en plantaciones encima. El espacio inferior es especialmente ideal para invernar plantas de pequeño tamaño. Hibiscos, clivias, pelargonios… en un invernadero no calefaccionado, todas estas plantas apreciarán este pequeño rincón poco iluminado durante su período de descanso. Y dado que los riegos serán menos frecuentes, el hecho de que este espacio sea menos accesible no es un problema.

Además, puedes enmarcarlas con plantas verticales como el banano o el buganvilla para ahorrar aún más espacio y favorecer la estética del lugar.

  1. Optar por las soluciones adecuadas para amueblar tu invernadero de jardín Las estanterías sin fondo (que permiten pasar la luz) son un buen compromiso para cultivar un máximo de plantas de pequeño tamaño sin sufrir una pérdida significativa de espacio. Los diferentes estantes podrán acoger cómodamente tus cactus, así como tus plantas con follaje decorativo (begonias, helechos, fucsias, etc.). Además, puedes dedicar los espacios superiores a las plantas con porte colgante para obtener un resultado muy atractivo.

En el caso de que el invernadero tenga un caballete resistente, también es posible considerar la instalación de ganchos para colgar plantas epífitas. Esta suspensión aérea será ideal para las plantas colgantes como tus orquídeas más hermosas. Y si usas soportes de macramé, obtendrás un encanto bohemio particularmente encantador. Esto permite combinar lo útil con lo agradable y aprovechar bien el espacio.

  1. El truco de los contenedores extraíbles para combinar ahorro de espacio y practicidad

Para maximizar aún más el espacio y aprovechar al máximo el área, instala contenedores extraíbles debajo de tus mesas de cultivo. Este truco es especialmente adecuado para la siembra de plántulas o cultivos que requieren más sombra. Este tipo de contenedor es perfecto, por ejemplo, para el cultivo de ensaladas.