El romero es una planta aromática resistente y fácil de cultivar. Sin embargo, existe un truco para tenerla más abundante y frondosa. Descúbralo a continuación.

Siguiendo las normas adoptadas por los jardineros, su romero podrá estar siempre listo para ser utilizado en el alféizar de su ventana.
ROMERO: PARA QUÉ SE UTILIZA
El romero tiene muchos usos y beneficios, por eso es una de las plantas aromáticas que más a menudo plantamos en nuestros balcones, alféizares y terrazas. La planta tiene una larga historia de uso culinario y terapéutico, ofreciendo una amplia gama de beneficios para la salud y un delicioso aroma.
El romero se utiliza mucho en la cocina por su aroma y sabor característicos. Sus aromáticas hojas pueden utilizarse frescas o secas para aromatizar diversos platos, como carnes asadas, aves, patatas, verduras, panes y salsas. Añade un toque de frescura y profundidad a muchas recetas.
Además, el aceite esencial de romero se utiliza en aromaterapia por sus efectos estimulantes y vigorizantes. Se le atribuyen propiedades que mejoran la concentración, alivian el estrés, reducen la fatiga mental y favorecen la claridad mental.
El penetrante olor del romero puede actuar como repelente natural para algunos insectos. Puedes frotarte la piel con hojas de romero o quemar algunas para mantener alejados a los insectos no deseados.
Aunque es una planta aromática bastante sencilla de cultivar, los jardineros utilizan algunos trucos importantes que vamos a revelarte a continuación.

Cómo cultivarla
El primer secreto del jardinero para tener una planta de romero sana y floreciente es la elección de la tierra. De hecho, en cuanto se adquiere el plantón, debe trasplantarse y colocarse en una maceta más grande con la tierra adecuada. El romero prospera en suelos arenosos y bien drenados con un pH de entre 6 y 8. Asegúrese de que la tierra tenga un buen drenaje. Asegúrese de que el suelo tiene buena capacidad de drenaje para evitar el estancamiento de agua.
Una vez completado este paso, la maceta debe colocarse a pleno sol, ya que se trata de una planta aromática que necesita al menos 6-8 horas de luz solar directa al día para crecer de forma saludable.
Un factor no menos importante es el riego.< Es una planta resistente a la sequía y prefiere la tierra ligeramente seca. Riegue la planta moderadamente sólo cuando la tierra esté seca en la superficie. Evite encharcar el suelo, ya que el exceso de agua puede provocar la pudrición de las raíces.
Para mantener una forma compacta y favorecer el crecimiento, la poda también es importante. Poda en primavera es especialmente importante para eliminar las partes muertas o dañadas tras el invierno.

No requiere mucha fertilización. Puede aplicar un abono de liberación lenta a principios de primavera para aportar una nutrición ligera durante el periodo vegetativo.