Así es,
- Almacenar en un lugar seco y ventilado: Guarde los ajos en un lugar fresco y seco, preferiblemente en una cesta de mimbre o en un recipiente ventilado. Asegúrese de que haya circulación de aire alrededor de los dientes de ajo para evitar la humedad, que puede provocar su putrefacción.
- Uso de bolsas de lona o malla: Puede colgar los dientes de ajo en una bolsa de lona o malla en un lugar seco y oscuro. Esto también permite que circule el aire y evita la formación de moho.
- Conservar en aceite de oliva: El ajo se puede conservar en aceite de oliva. Pon los dientes de ajo pelados en un tarro y cúbrelos con aceite de oliva. Asegúrate de que el ajo esté completamente sumergido. Esto también evita que el ajo se seque.
- Congelación: Puede picar o machacar el ajo y luego congelarlo en cubiteras con un poco de agua. Una vez congelados, transfiera los cubitos de ajo a una bolsa de congelación. Este método es excelente para el almacenamiento a largo plazo.
- Secado: Puede secar el ajo cortando los dientes en láminas finas o utilizando un deshidratador. Una vez seco, guárdelo en un frasco hermético protegido de la luz.