Grietas de crecimiento: ¿cómo evitar que los tomates se abran?

Cultivar tus propios tomates no es ciencia espacial si aplicas los consejos básicos para obtener una buena cosecha. Puedes cultivar deliciosos frutos para dar color a las ensaladas de verano y otras recetas populares. Sin embargo, puede ocurrir que aparezcan algunos tomates agrietados en tus plantas justo cuando están madurando, justo cuando pensabas que todo iba bien. Puede que empieces a temer que se trate de enfermedades o plagas de insectos, pero en realidad estás ante uno de los problemas más comunes a los que se enfrentan los jardineros que deciden cultivar tomates. Descubra cómo evitar que sus tomates se agrieten cuando hace calor y humedad y las razones por las que se produce este problema.

Al mirarlo, se podría pensar que hay un problema, ya que contrasta con la perfección de los tomates del supermercado, donde los frutos desiguales o con el más mínimo defecto no suelen llegar a las estanterías. Sin embargo, estas grietas no son nada de lo que preocuparse.

¿Por qué se parten los tomates?

El agrietamiento de los tomates está relacionado con las grandes fluctuaciones del suministro de agua. Por ejemplo, si las tomateras se secan durante un tiempo y luego llueve a cántaros, el riesgo de que se agrieten es muy alto. De forma más general, una gran afluencia repentina de agua puede causar mucho daño a los tomates, haciendo que la pulpa se hinche muy rápidamente. Como la piel no es elástica, tiene dificultades para sujetarse, lo que da lugar a las grietas que se ven. Así que no hay que preocuparse de que una enfermedad se instale en tu huerto y se propague a otras plantas.

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Créditos: Pixabay/Tranmautritam

Cabe señalar que los tomates que se han rajado siguen siendo perfectamente comestibles. Sin embargo, la pulpa está más expuesta, lo que hace que el fruto sea más vulnerable. Por lo tanto, coseche rápidamente los tomates partidos para evitar que la podredumbre, las enfermedades y otros posibles depredadores (avispas, tijeras, etc.) tengan tiempo de afianzarse. A continuación, retire la parte partida y cómala o cocínela lo antes posible.

¿Cómo evitar las grietas en los tomates? Aquí tienes 7 consejos.

Contenido

1) Cultive variedades de tomate más resistentes al agrietamiento

Algunas variedades de tomate tienen una piel más elástica y son más resistentes al agrietamiento. Por lo tanto, puede sustituir sus cultivares ‘Beefsteak’ o ‘Sweet 100’ por ‘Big Beef’ o ‘Sweet Million’, que tienen mayor resistencia al agrietamiento. Otras variedades, como ‘Celebrity’, ‘Juliet’, ‘Plum Regal’ y ‘Pink Girl’, también soportan mejor las fluctuaciones de humedad. La ‘Merveille des Marchés’ o la ‘Miel du Mexique’ también son variedades de piel gruesa que temen menos las grietas. Las variedades híbridas de tomate suelen agrietarse mucho menos. No dude en consultar la etiqueta para asegurarse de que la variedad que ha elegido es menos propensa a agrietarse.

2) La técnica de plantación correcta

Para limitar las grietas de crecimiento, planta a mayor profundidad en primavera. Al enterrar no sólo las raíces, sino también parte del tallo, puede proteger las raíces de la desecación.

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3) Elegir el lugar adecuado para plantar los tomates

Para evitar que los tomates se agrieten, lo ideal es cultivarlos a cubierto. Así los protegerás de los caprichos del clima, incluidos los largos periodos de sequía o las lluvias torrenciales, que pueden dificultar el riego. Esta solución evita que los cambios bruscos afecten a su desarrollo. También puedes optar por un jardín con bancales elevados, que permiten un mejor drenaje del suelo. Los bancales elevados evitan que las raíces se saturen de agua, por lo que el exceso de agua de lluvia puede drenarse más rápidamente.

4) Riegue las tomateras con regularidad, sin excederse

Durante las primeras semanas de plantación, es esencial regar generosamente pero de forma espaciada para favorecer el enraizamiento profundo de las plantas. De este modo, las raíces absorberán menos exceso de agua superficial después de una lluvia. ¿Y después? Lo ideal es utilizar un sistema de goteo o de varillas y no regar nunca el follaje para limitar el riesgo de enfermedades foliares. Entre riego y riego, no deje nunca que la tierra se seque por completo. Manténgala ligeramente húmeda regando con regularidad. Además, riegue lentamente y durante mucho tiempo para que el agua penetre en profundidad. Tómese su tiempo: un riego demasiado rápido se quedará en la superficie y favorecerá el agrietamiento.

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5) Añade mantillo alrededor de tus tomateras

Una buena capa de mantillo orgánico (compost bien descompuesto, paja o recortes de césped) ayudará a conservar la humedad en el suelo. Esto también ayudará a evitar grandes fluctuaciones en la entrada de agua y, por tanto, grietas en la piel. Al final de la temporada, recuerde sobre todo voltear el mantillo para favorecer su descomposición bajo la capa que añadirá la temporada siguiente.

6) La elección correcta del abono para evitar que los tomates se abran

Los abonos demasiado ricos en nitrógeno pueden hacer que los tomates crezcan demasiado deprisa. Si crecen demasiado rápido, el riesgo de que se agrieten es muy alto. Por lo tanto, la elección del abono es un punto crucial que todo jardinero debe tener en cuenta. Para ayudarle, hemos elaborado una lista de 7 abonos naturales perfectos para los tomates.

7) Coseche los tomates pronto

Un fruto partido tiene más probabilidades de pudrirse antes de madurar. Así que no dudes en cosechar los tomates partidos antes de que estén completamente maduros. Esto les permitirá seguir coloreándose después de la cosecha, aunque sea ayudándolos a madurar en papel de periódico o con manzanas y plátanos (que liberan una buena cantidad de etileno, un gas que ayuda a madurar más rápidamente las frutas y hortalizas).