5 abonos de la abuela para cultivar pepinos suculentos

El arte de cultivar tus propias hortalizas en el huerto es una actividad gratificante. La jardinería nos conecta con la naturaleza y nos proporciona cosechas sanas y sabrosas. En el huerto, los pepinos destacan por su frescura crujiente y su versatilidad en la cocina. Pero conseguir plantas hortícolas exuberantes y llenas de sabor requiere algo más que semillas y agua. Para una agricultura que apela a la vuelta a las raíces y al respeto por el medio ambiente, hoy le invitamos a adentrarse en el mundo de los abonos naturales y las recetas de las abuelas que han pasado de generación en generación. Descubra cómo enriquecer su tierra con ingredientes naturales de su cocina o de su huerto, y cultive pepinos deliciosos en abundancia, preservando al mismo tiempo nuestro precioso planeta.

Si eres uno de esos jardineros a los que les cuesta cultivar estas hortalizas, o si no consigues cultivar muchas de ellas, seguro que tus plantas agradecerán esta ayuda.

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1) Infusión de ortiga para los pepinos

Alimentar tus plantas mucho antes de que florezcan garantizará que los frutos sean sabrosos y jugosos. Para ello, te recomendamos combinar la infusión de ortiga con estiércol de gallina (también conocido como excrementos de gallina). Esto enmendará la tierra con todo el nitrógeno que el pepino necesita para un crecimiento eficaz. Para ello, basta con añadir de 2 a 3 kilos de estiércol a un cubo de infusión y diluir medio litro del líquido resultante en 10 litros de agua de lluvia antes de regar. También puedes utilizar la infusión de ortiga sola a razón de medio cubo en 10 litros de agua. Tanto si usas una cosa como la otra, utiliza tu solución de ortiga para regar una vez cada diez días.

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2) Leche, la solución fácil para el jardín

La leche, ya conocida por ahuyentar el oídio, también puede utilizarse para proteger las plantas de las plagas y fertilizarlas. Para reforzar su inmunidad y su salud, basta con combinar una taza de leche con dos tazas de agua y rociar con ella la tierra alrededor de tus pepinos y tomates cada quince días. Si es necesario, aumenta las cantidades siguiendo esta proporción. Sólo asegúrate de utilizar leche fresca sin pasteurizar para obtener buenos resultados.

3) Levadura de panadería para los pepinos

A veces las recetas más sencillas son también las más eficaces. Así que si te ha sobrado levadura de panadería, no dudes en utilizarla en tu huerto. Empieza diluyendo 10 g de levadura de panadería seca en 10 litros de agua tibia. A continuación, añade 60 g de azúcar y deja fermentar en un lugar cálido durante 2 horas. Ya sólo queda diluir en 50 litros de agua de lluvia y regar el parterre de pepinos con este abono verde ultraeficiente.

4) Polvo de hornear para una buena cosecha

Si no tienes levadura de panadería, puedes sustituirla por levadura en polvo adaptando los pasos. Tendrás que verter 10g de levadura en polvo y 10 cucharadas de azúcar en 3l de agua y calentar la mezcla a 37 o 38°C como máximo para disolver los ingredientes. Es muy importante no calentar más, ya que corremos el riesgo de destruir todos los microorganismos beneficiosos de la levadura. Recomendamos hacer esta mezcla por la mañana y dejarla reposar y enfriar hasta la noche. En general, un periodo de 4 a 10 h sin remover permitirá que todo se hinche y fermente lo suficiente.

Tras esperar unas horas, puede añadir 7 litros de agua a la mezcla y empezar a regar. Este abono, excelente para todas las plantas de huerto, debe aplicarse dos veces al mes, concentrándose en las raíces, que ya se han regado sólo con agua.

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5) Mostaza y buenas ideas para pepinos competitivos

Algunos jardineros no dudan en utilizar mostaza en polvo diluida en agua para eliminar insectos y plagas perjudiciales (en particular, es un excelente nematicida) a la vez que proporciona buenos nutrientes al suelo. También es posible, al rotar los cultivos, plantar pepinos donde se plantó mostaza blanca. Esto se debe a que crece muy deprisa y sus raíces profundizan, haciendo que el suelo sea menos compacto y más suelto y, por tanto, más acogedor para los cultivos posteriores.

En la misma línea, procura elegir bien a tus vecinos en el huerto para que crezcan de forma óptima. Los pepinos con berenjenas o calabacines, por ejemplo, tienden a contagiarse enfermedades mutuamente. Además, los pepinos pueden dar mal sabor a los melones. En cambio, los buenos vecinos son el eneldo, la lechuga, la cebolla, las judías y la col.