Nuestros trucos y consejos para hacer florecer un árbol de jade en un abrir y cerrar de ojos.

¿Tiene un árbol de jade pero no ha florecido en todo este tiempo ? De hecho, necesita reproducir todas las condiciones de cultivo de su territorio nativo para que esta planta produzca flores.

Un riego adecuado o incluso una mejor ubicación, cuando se cumplen estos requisitos, permite a su planta producir brotes para tener flores. En este artículo, descubre consejos prácticos para conseguir que un árbol de jade florezca lo antes posible.

Para hacer una flor de árbol de jade: necesitas una planta vieja

Mucha gente no sabe que el árbol de jade es una planta que puede florecer y producir semillas. De hecho, esta planta puede crecer durante muchos años sin producir flores. Y cuando madura mientras crece en un ambiente seco, finalmente puede florecer como deseaba.

Para que una planta de jade alcance este período de floración, es necesario colocarla en un rincón árido con temperaturas frescas por la noche. Tampoco debe regarse. Estas condiciones funcionan si la planta, obviamente, ya está madura.

Si ves que el entorno es favorable para que tu planta florezca pero aún no hay flores, significa que no tiene edad suficiente para producir flores.

¿Dónde colocar un árbol de jade para que florezca?

Durante la estación otoñal, coloque su planta en una zona con una temperatura de 15°C. No obstante, protéjala de las heladas. Generalmente, las flores empiezan a aparecer hacia los días más cortos del año para florecer a finales del invierno o principios de la primavera. Además, las pequeñas flores de un árbol de jade duran muy poco tiempo.

En esta época, empiece a regar con más regularidad y aumente también la temperatura a medida que avance la primavera. Durante la época estival, coloque la planta en el exterior sin exponerla a la luz solar directa.

¿Cómo se riega un árbol de jade?

En verano y primavera, su planta de jade requiere mucha más agua ya que crece rápidamente. En esta época, debe regar la planta en profundidad. Esto significa que la tierra debe estar perfectamente húmeda hasta el final. A continuación, espere a que se seque antes de volver a regar.

Durante los meses de invierno, disminuya la frecuencia de riego ya que su planta puede entrar en el período de letargo.