Las orquídeas son plantas que se han hecho muy comunes en los interiores. Elegantes, perfumadas y deslumbrantes, existen en multitud de variedades, la más famosa de las cuales es la orquídea Phalaenopsis u orquídea mariposa.
Conocida por sus vistosas flores y su forma inusual, esta planta requiere cuidados especiales en cuanto a riego, temperatura, luz y fertilización.
Sin embargo, a pesar de todos los esfuerzos realizados para cuidarla, sus hojas a veces amarillean y sus flores se marchitan.
Para tener una planta sana y vigorosa, no debe dejar de regar su orquídea y debe hacerlo según las estaciones y el cambio de temperatura. Y si comete ciertos errores, por desgracia, su planta puede morir con el tiempo.
Si se da cuenta de que su planta se está muriendo, adopte inmediatamente el método de la esponja, que puede salvar a su orquídea in extremis.
Salve a su orquídea moribunda con el truco de la esponja
¿Su orquídea está empezando a marchitarse y no sabe de dónde viene el problema? Puede ser un problema con las raíces que están secas o podridas, y aquí tiene que actuar con rapidez para recuperar su planta. Si interviene inmediatamente, su orquídea aún tiene muchas posibilidades de sobrevivir.
Recortar la raíz
Si ve que los pétalos de su orquídea se caen día tras día, probablemente se trate de un problema con las raíces. Para ello, debe comprobar el estado de las raíces sacando la planta de su maceta. Con unas tijeras desinfectadas, pode las raíces. Retire las partes secas o podridas y deje las que estén sanas e intactas.
Coloque una esponja
Después de eliminar la parte enferma de las raíces, debe asegurarse de que éstas crezcan rápidamente para que su planta pueda vivir. Para permitir que su orquídea tenga nuevas raíces, déjese seducir por la eficacia del truco de la esponja.
Es muy sencillo: coge una esponja de fregar y pégala a la base de tu planta. Ponla en un vaso con un poco de agua. La función de la esponja es servir de hábitat natural para que la orquídea produzca nuevas raíces.
Trasplantar la planta
Al cabo de unas 3 semanas, podrá comprobar que las raíces se han desarrollado bien. Entonces puede trasplantarla a una maceta con tierra adecuada. A continuación, riega suavemente, manteniendo la tierra húmeda pero sin regar en exceso.