La ensalada es uno de los alimentos imprescindibles en la cocina especialmente durante el verano. Fresca, baja en calorías y fácil de preparar, se presenta en muchas variedades igual de sabrosas. Pero el único inconveniente de esta verdura es su corta conservación.
Si no sabes cómo guardarla, puede marchitarse en tan sólo dos días. Sin embargo, con el precio de la lechuga en constante aumento, acabar con una ensalada marchita al cabo de unas horas es un gran desperdicio. Entonces, ¿cuál es el mejor método de conservación para mantener una ensalada fresca el mayor tiempo posible? He aquí el consejo infalible sin el que no puedes vivir.
Empieza lavando y centrifugando las hojas de lechuga.

A continuación, mételos en una bolsa de congelación con 3 hojas de papel de cocina.
Su función es absorber la humedad de las hojas de lechuga para que no se pudran.
No ponga demasiada ensalada en la bolsa, sólo guarde la cantidad adecuada para el tamaño de la bolsa.
A continuación, colóquelo en el frigorífico.
De este modo, podrá mantener sus ensaladas crujientes y frescas durante semanas.
Para evitar desperdiciar, no tires la bolsa de plástico de almacenamiento, sino reutilízala para la próxima vez. Incluso puedes guardarla durante meses.