Con la sequía generalizada y las olas de calor recurrentes, necesita cuidar su jardín. Durante agosto, necesita cuidar su jardín al máximo para evitar dañar su próxima cosecha mientras se prepara para las temporadas siguientes. Para ello, aquí tienes algunas cosas esenciales que no debes descuidar durante este mes de calor y sequía.
Toma de esquejes

Si tiene arbustos ornamentales o plantas trepadoras, considere la posibilidad de cortarlos durante el mes de agosto. Cortar significa cortar las ramas sin flores de 10 a 15 cm de largo por debajo de un nudo. También debe eliminar el follaje inferior y después enterrarlas en una mezcla de tierra para macetas y arena.
A continuación, cúbralas con una tapa transparente para crear un ambiente que combine calor y humedad favorecer el enraizamiento. Colócalos en un rincón luminoso sin luz solar directa mientras controlas la humedad.
Recoger las ciruelas con una hoja
Agosto es la temporada de las ciruelas. Cuando empiezan a caer, es señal de que están completamente maduras y es el momento de recogerlas. Para recogerlas correctamente, no es necesario hacerlo a mano. Basta con sacudir las ramas para que caigan.
Para no dañarlos y tener unos frutos magníficos, hay que dejar el césped en su sitio y poner heno. La solución más adecuada es instalar sábanas o redes sobre el árbol para poder recogerlos rápidamente.
Proteger las plantas de las chinches
Con esta temporada estival que combina calor y sequía, los bichos han empezado a poblar los jardines. Ya sean chinches grises, verdes o rojas, estos insectos atacan las hojas de tus frutas y verduras, que se marchitan al quedar desprovistas de savia.
Muchos utilizan aceite de neem para deshacerse de ellos para siempre. Sin embargo, puedes confiar en la decocción de ajo o el aceite esencial de menta diluido en agua utilizando 10 gotas por cada 0,5 litros.
Cultivo de bulbos de otoño
Aunque los bulbos abundan más en primavera, puedes plantarlos a mediados de agosto para disfrutar de un jardín lleno de color durante los próximos meses. Para ello, plántalos apuntando hacia arriba. Lo mejor es agruparlos cultivándolos a una profundidad que corresponda a tres veces su altura. Utilice una tierra ligera y bien drenada para macetas, con un poco de arena si es necesario.