¿Por qué mis tomates no dan fruto?

¿Sus plantas de tomate han florecido generosamente pero no se forman frutos? Pues bien, éste es un problema común que afecta a muchos viveristas. En efecto, es frustrante ver que sus tomates florecen bien cuando el fruto no está siempre a la vista tras unos meses de cuidados y atención.

Sin embargo, que no cunda el pánico porque la solución a este inconveniente no es tan complicada. Hay varias razones por las que tus tomateras no dan fruto aquí tienes las más comunes.

Polinización inadecuada

A muchas plantas les ayudan pájaros, mariposas, abejas y otros insectos a polinizarse con éxito para producir frutos. Los tomates son plantas autógamas con partes masculinas y femeninas. El principio es sencillo: las partes masculinas depositan granos de polen en las partes femeninas para llevar a cabo la fecundación y formar el fruto.

Si tus tomateras florecen abundantemente sin producir frutos, significa que la polinización es incorrecta. Por eso tus tomates necesitan un empujoncito de los polinizadores para producir frutos.

Temperatura demasiado alta

Si las flores de tus tomates no se convierten en frutos, la temperatura puede ser la culpable. De hecho, las tomateras crecen bien en un entorno donde la temperatura oscila entre 18° y 21°C. Cuando hace mucho calor, la polinización no se produce porque el polen se vuelve fértil. Como resultado, tus tomateras no darán fruto.

Humedad desequilibrada

La falta de frutos puede explicarse por este factor, que no es otro que la humedad. Cuando es demasiado alta o demasiado baja, esto puede tener efectos negativos en la producción de tomates. Una humedad excesiva puede aglutinar el polen, de modo que no puede moverse libremente. Por el contrario, cuando la humedad es insuficiente, el polen se seca demasiado y no puede llegar al estigma. Así que es necesario equilibrar la humedad para obtener una buena cosecha.

Fertilización insuficiente

Las plantas de tomate necesitan una gran cantidad de nutrientes para obtener un buen rendimiento. Por lo tanto, absorberán todos los nutrientes del suelo muy rápidamente. Por lo tanto, si sus tomates no dan fruto, es posible que el suelo esté falto de fertilización. La solución es abonar las tomateras durante su fase de crecimiento. Opta por abonos naturales o compost casero para obtener una cosecha abundante.