La sal es un mineral natural, barato y fácil de conseguir. Ciertos tipos de sal utilizados en el jardín pueden aportar beneficios específicos a las plantas.
Las sales como el magnesio son esenciales para una floración sana y abundante.
Azúcar y sal en las plantas
El azúcar y la sal son ingredientes habituales en la dieta humana. También se pueden utilizar de vez en cuando en las plantas. Añadirlos al suelo alrededor de las plantas puede tener efectos significativos en su salud. Antes de utilizarlas, debería informarse sobre los efectos de estas sustancias si las utiliza cerca de sus plantas.
El azúcar es un combustible
Al igual que los humanos, las plantas utilizan azúcar como combustible para producir energía. Producen sus propios nutrientes mediante un proceso llamado fotosíntesis. Combinan agua, luz solar y dióxido de carbono y producen azúcar. Una vez creadas la glucosa y la sacarosa, se almacenan en las hojas y los tallos de la planta. Se utilizan para alimentar el crecimiento de flores y raíces que no producen energía por sí mismas.
Si añade agua azucarada disuelta a sus plantas, puede estimular el crecimiento de las plantas inmaduras que son incapaces de producir tanto combustible por sí mismas.
Las plantas infestadas de pulgones, mosca blanca y ácaros necesitan depredadores para atajar el problema de forma natural. Sin embargo, el azúcar puede utilizarse ocasionalmente como plaguicida. Rocía tus plantas con un poco de agua azucarada para atraer mariquitas. Estos adorables escarabajos vienen a devorar muchas de esas molestas plagas.
Cloruro sódico frente a magnesio
Añadir sal o agua salada al suelo alrededor de las plantas simula condiciones de sequía, ya que la sal absorbe el agua del suelo antes de que las plantas puedan reponerla.
Parte de la sal también es absorbida por las raíces y almacenada en la propia planta. Esto puede provocar enfermedades como el tizón foliar.
No es el caso de la sal de Epsom, que contiene magnesio. Éste es un elemento fundamental para la producción de clorofila, pigmento presente en las hojas y esencial para la fotosíntesis clorofílica.
Un puñado en las plantas para ver los resultados
El magnesio es esencial para la producción de clorofila. Por eso es necesario pulverizar una solución compuesta por 1 litro de agua y una cucharada de una sal comercial cada 15 días.
Si no se dispone de mucho tiempo para preparar esta solución natural, es posible poner esta sal directamente en la tierra de las plantas antes de regarlas..