Las orquídeas son las plantas de interior más comunes. Fragantes y elegantes, existen en una panoplia de variedades, la más famosa de las cuales es la orquídea phalaenopsis u “orquídea mariposa”.
La orquídea phalaenopsis se caracteriza por su forma única, su sutil fragancia y sus coloridas flores. Sin embargo, requiere necesidades especiales en cuanto a riego, temperatura o abono.
Si comete errores al cultivar sus orquídeas, las raíces pueden resultar dañadas. Con el tiempo, tu planta puede incluso morir si no la cuidas adecuadamente.
Si sus orquídeas están a punto de perecer y secarse, ¡que no cunda el pánico! Los jardineros tienen soluciones que pueden salvar tus plantas. Descubra el famoso truco de la esponja para evitar que se caigan las hojas y que se marchiten las flores.

Consejo de esponja: salve su orquídea
¿Su orquídea parece seca y sus raíces empiezan a pudrirse? Es porque su planta se está muriendo. Para ello, necesita buscar el origen del problema y determinar la solución adecuada para salvar a su orquídea. Así que actúe muy rápido para que su planta tenga posibilidades de sobrevivir.
Recortar las raíces
Cuando su orquídea se seca y sus pétalos se caen día tras día, significa que sus raíces están sufriendo enormemente. La solución es, por tanto, sacar la planta de la maceta para recortar las raíces. Para ello, es necesario esterilizar las tijeras para eliminar las raíces secas y podridas. Durante esta operación, procure eliminar únicamente las raíces enfermas que impiden el crecimiento de la planta. Debe dejar las raíces firmes, sanas y en buen estado.
Coloque una esponja
Así que ahora que has eliminado las partes enfermas de la raíz, necesitas aplicar la mejor solución para conseguir que crezcan nuevas raíces. Para ello, utiliza el truco de la esponja. Coge una esponja clásica de tu vajilla y pégala a la base de tu planta. A continuación, colócala en un recipiente lleno de agua. De este modo, la esponja actuará como un hábitat natural para la orquídea de modo que forme un nuevo sistema radicular.
Enmacetar la planta
Al cabo de 2 ó 3 semanas, verá cómo se forman nuevas raíces. En este punto, debe trasplantar la planta en una maceta grande o en tierra. A continuación, riegue ligeramente su orquídea, conservando la humedad del suelo sin regar en exceso. También debe rociar un poco de agua en las hojas cada 3 días.