¿Limones grandes en el balcón? Basta con una pizca de este ingrediente: ¡es el secreto de un viverista!

Cuando echas un vistazo al mostrador de frutas y verduras, no puedes resistirte a esos enormes limones de embriagadora fragancia. Te invitan a comprarlos para preparar bebidas refrescantes y para disfrutar de sabores potentes en las recetas. En resumen, son muy atractivas e irresistibles.

Sin embargo, tener limoneros en casa no es en absoluto un sueño inalcanzable. Al contrario, ¡es algo que se puede hacer en casa! Es totalmente posible cultivar limoneros en la terraza o el balcón para disfrutar de estos frutos y estar seguro de que son verdaderamente orgánicos y libres de pesticidas. ¿Te atrae la idea? ¡Lee estos consejos y trucos de viveristas que he desenterrado para ti!

Limones gigantes en el balcón: trucos increíbles de los viveristas

La primera regla básica consiste en elegir la planta adecuada. Cuando vaya al vivero, no preste demasiada atención a la fruta ya presente. Tienes que considerar el número de brotes que pueden darte cítricos el año que viene.

A continuación, compra una maceta de plástico o terracota provista de orificios de drenaje para evitar el estancamiento. Elige una con un diámetro y una altura de al menos 35 centímetros.

En cuanto a la tierra, consíguete una mezcla con un pH ligeramente ácido (entre 6 y 6,5) compuesta por 2 partes de fibra de coco, 2 partes de tierra universal, 1 parte de mezcla de harina de huesos, 1 parte de compost y ½ parte de perlita.

Durante una semana, ponga la maceta a la sombra para que la planta se aclimate. A continuación, instálela en una zona luminosa y bien irradiada del balcón, la terraza o el jardín con al menos 6 horas diarias de exposición al sol.

En cuanto al riego, debe ser constante en verano para mantener la tierra siempre húmeda. Compruebe tocándola con el dedo cuándo es necesario añadir agua. Riegue la planta y deje que absorba completamente el agua antes de añadir más para evitar que se pudran las raíces.

Una vez al mes, añada un poco de abono de hierro, magnesio y manganeso o compost casero a base de cáscaras de huevo y posos de café. Para aportar una buena dosis de potasio, tierra una cáscara de plátano al pie de la planta una vez cada quince días.

Utilice también aceite de neem disuelto en agua para tratar su planta contra las plagas. Prepara la mezcla y viértela en un pulverizador, luego pulveriza sobre las hojas.

Por último, elimine las ramas enfermas o irregulares. No obstante, reserve la poda propiamente dicha para la primavera, cuando la planta esté lista para un nuevo crecimiento.