Mucha gente no sabe si los tomates necesitan agua o tienen demasiada. De hecho, hay señales que indican que a tus plantas de tomate les falta agua. Es necesario conocerlas para evitar errores que pueden conducir al deterioro de sus plantas.
¿Cuánta agua necesitan los tomates?
La cantidad de agua que necesitan los tomates es muy variable. De hecho, las necesidades de agua dependen de muchos parámetros, como el tipo de cultivo, el tipo de suelo, las condiciones climáticas y la fase de crecimiento de las plantas. Los tomates requieren un riego regular y más frecuente cuando están en fase de crecimiento.
Si planta sus tomates en el suelo en una región con una temperatura suave, una tomatera necesita unos 2 litros de agua cada dos días. Esta cantidad puede aumentar en el caso de un clima cálido y disminuir en regiones húmedas. En resumen, debes vigilar de cerca tus tomateras y hacer un riego adaptado a sus necesidades.
¿Cuáles son los signos de que a tus tomates les falta agua?
Cuando las hojas de los tomates caen, se tiende a aplicar más agua a las tomateras. Sin embargo, esto puede ser una señal de riego excesivo. Cuando hay un exceso de humedad, las raíces se asfixian. Esto provoca una falta de oxígeno que puede causar el marchitamiento de las hojas.
Al cultivar tomates, es importante regarse para no inundar las plantas. No espere a que las hojas se marchiten para añadir agua. A los tomates no les gusta ni poca ni mucha agua. Es más, si riegas las plantas generosamente después de una larga sequía, puede producirse un choque hídrico . Esto puede estresar a las plantas y hacer que los tomates revienten durante la fase de maduración.
Durante los meses de verano, cuando las temperaturas son muy altas, las hojas del tomate tienen la costumbre de caerse, como si las plantas se quedaran sin agua. Sin embargo, vuelven a su forma normal y horizontal cuando se pone el sol. Para ello, compruebe la tierra antes de regar.
¿Cómo se deben regar los tomates?
Para disfrutar de una cosecha excelente, realice riegos regulares y generosos utilizando una regadera. De este modo, las raíces pueden beneficiarse de un riego profundo y la planta queda protegida de la sequía temporal.