En alféizares, balcones y jardines, cada vez es más frecuente ver plantones de hierbas aromáticas, en particular de albahaca. Durante la temporada estival, es el condimento estrella de los platos de verano y las ensaladas frescas gracias a su sabor único y su delicado aroma.
Albahaca en frasco: frescura para sus recetas
Actualmente, se tiende a utilizar albahaca fresca en lugar de seca o congelada. Sin embargo, si se compra envasada, pierde su frescura y se ennegrece tras unos días en la nevera. Para evitar este inconveniente, es posible tener esta hierba aromática al alcance de la mano cultivando la planta directamente en casa. Muchos optan por cultivarla en maceta o en el jardín. Si vives en un piso, puedes colocar la maceta en el balcón o en la cocina.
Sin embargo, las hermosas hojas verdes de la albahaca no siempre consiguen mantenerse así durante mucho tiempo. A menudo las hojas ennegrecen, amarillean o se pudren hasta que la plántula muere. Esto puede deberse a el riego. Como no todo el mundo sabe cómo cuidar este tipo de planta, losexpertos en hierbas y poda le dan los siguientes consejos. Algunos consejos prácticos para tener una planta de albahaca bien cuidada y con hojas bonitas. Además, la fragancia de la albahaca ayuda a mantener alejados a los mosquitos.
Cómo mantener fresca la albahaca: el truco de los jardineros para conservarla fuerte y lozana
En primer lugar, debe colocar la albahaca en maceta en un lugar aireado y con luz tenue. La albahaca necesita mucha agua, sobre todo en verano. Normalmente, en periodos de mucho calor, necesita dos riegos al día. Para saber si la planta tiene poca o demasiada agua, no hay que esperar a que las hojas se caigan o se pongan amarillas. Simplemente toque la tierra de la maceta o la tierra circundante. Si la nota seca, riéguela. Si no, espere un poco antes de regar. Tenga cuidado también con el exceso de agua ya que podría provocar que las hojas se ennegrezcan o se pudran.
Si ves que la albahaca se ha regado en exceso o se ha mojado con la lluvia, ponla a cubierto y luego expónla al sol para intentar secarla. Si tiene muchas hojas amarillas, quítalas. Si tu planta crece en el jardín, puedes utilizar la técnica del mulching de los jardineros. Consiste en esparcir paja o algún otro material alrededor de la planta para que la tierra tenga la humedad adecuada. Además, si notas que la planta se está muriendo, el último remedio es la poda. Poda los nudos para dejar que surjan nuevas hojas.