Albahaca: ¡si la riegas así, se pudrirá! ¿Qué puedes hacer para que esté fuerte y frondosa?

¡Los plantones de albahaca han empezado a aparecer en los alféizares de muchos balcones! Tienen un aspecto sencillamente impresionante, con sus hermosas hojas verdes.

Para que crezcan correctamente, no se trata sólo de cuidarlas y evitar que las plagas las ataquen, sino sobre todo de hacer un buen trabajo de riego.

Albahaca: una planta aromática muy apreciada

¿Hay algo más deprimente que ver cómo una planta de albahaca se deteriora ante tus propios ojos? Y eso que la compraste con grandes esperanzas de cultivarla en las mejores condiciones posibles. Así que renunciaste a la albahaca envuelta en plástico y a la albahaca picada congelada en favor de esta delicada planta comestible.

Aunque hay muchas hierbas aromáticas con una fuerte fragancia, la albahaca es una de las que más se utilizan en las recetas de primavera y verano. Por eso solo aparece en los supermercados en esta época del año.

Sin embargo, no todo el mundo es experto en regar y podar esta magnífica planta. Con su embriagadora fragancia, también ayuda a eliminar los mosquitos.

Si la riegas así, tu planta se pudrirá.

Al igual que las suculentas, uno de los problemas de que las plantas de albahaca perezcan es el regado excesivo. Todo se reduce a saber cuándo necesitan agua las plantas.

A pesar de su aspecto inocuo y discreto, la albahaca es una planta muy exigente en cuanto al riego. Para saber si necesita agua, comprueba con los dedos el nivel de humedad de la tierra. Si aún está húmeda, no tiene sentido darle más agua.

El verano es un periodo crítico y el calor tiende a secar la tierra aunque la maceta esté a la sombra. Por eso son necesarios dos riegos al día.

Para que tu albahaca crezca correctamente, debes instalar lo que los expertos llaman mulch. Útil tanto en primavera como en verano, consiste en esparcir paja o algo similar alrededor de la planta para mantener el suelo húmedo.

Si su planta está en una maceta y tiene mucha agua a causa de la lluvia, por ejemplo, lo mejor es trasladarla a una zona cubierta para que se recupere y no se pudra.

Cuando las hojas estén amarillas y caídas, es mejor liberar la planta, ya que le restan energía. Si notas que se está muriendo, lo último que puedes hacer es podarla, dejando una parte con los nudos. Esto puede darle una oportunidad de recuperarse gracias al nacimiento de otros foliolos.