¡Nuestros supersencillos consejos para cultivar calabacines en macetas!

¿Calabacines en maceta? Es una buena idea y fácil de hacer.

Es quizás la verdura más versátil de todas. Se presta a infinidad de recetas, desde ligeros y apetitosos entrantes hasta sabrosas y originales tartas y deliciosas guarniciones. En resumen, esta verdura es un verdadero desenfreno de sabor y gusto en el plato perfecto para cualquier ocasión. Si tú también quieres intentar ahorrar dinero cultivándolas en macetas, ¡sigue esta mini guía!

Calabacines en maceta: la forma más sencilla y práctica de cultivarlos

Para cultivar tus calabacines de forma adecuada, esparce un puñado de semillas compradas en una tienda especializada en una maceta y cúbrelas con una campana.

Verás que, al cabo de unas semanas, las plántulas habrán alcanzado 8 cm de altura. Transfiérelas entonces a una maceta de al menos 45 cm de diámetro y colócalas en una zona de la casa o en la terraza donde les dé el sol directamente.

Si quieres plantar varios a la vez, recuerda espaciarlos al menos 30 cm. Los calabacines necesitan mucha agua, así que no olvides mantener la tierra húmeda todo el año.

Cómo cultivar calabacines en el suelo

Para quienes dispongan de más espacio y deseen plantar calabacines en el suelo, siga el mismo procedimiento idéntico al del cultivo en macetas. La única diferencia es que no tendrás que trasladar las plántulas cuando sean grandes .

Plante las semillas a unos 2,5 cm de profundidad. Deja unos 80 cm entre una planta y otra. Cuando la plántula alcance una altura de unos 10 cm, cúbrela con tierra bien abonada.

Entierra bien el tallo de cada calabacín y asegúrate de que las hojas estén cubiertas con una capa de madera, paja o heno. Esto es esencial para mantener el entorno húmedo y libre de malas hierbas.

No olvides que los calabacines suelen cultivarse en primavera. Sin embargo, puedes empezar a cultivar tus plantones en maceta incluso en otoño.