Huevos en el jardín: ¿por qué enterrarlos en la tierra?

Para tener plantas sanas, los aficionados a la jardinería ponen en práctica la mayoría de trucos naturales. La mayoría de estos métodos se centran en proporcionar los nutrientes que la planta necesita para poder crecer y florecer rápidamente. Aquí es donde entra en juego la variedad de fertilizantes naturales para activar el crecimiento de las plantas.

Además de los abonos naturales caseros hechos con posos de café y cáscaras de plátano, puedes convertir el huevo en un increíble fertilizante para tus plantas. No tires un huevo crudo que haya pasado su fecha de caducidad, sino recíclalo en tu jardín para que tus plantas crezcan más rápido.

¡Unas cuantas buenas razones para enterrar un huevo en el jardín!

Si entierras el huevo en la tierra de tu jardín, será un abono natural que se esparcirá sin prisa pero sin pausa para hacer crecer tus plantas. Mientras que la cáscara de huevo tarda mucho tiempo en descomponerse en el compost, el huevo tiene la particularidad de descomponerse mucho más rápidamente bajo tierra. Sin embargo, puedes ayudar a que se descompongan más rápidamente haciendo un pequeño corte con el cuchillo.

Poco a poco, el huevo se descompone para proporcionar nutrientes esenciales a la planta. Tomates, limones o incluso plantas aromáticas, todas estas plantas crecerán más rápido gracias a los beneficios nutricionales del huevo. La yema del huevo es una mina de nutrientes, mientras que la cáscara es rica en calcio para activar el crecimiento de todas tus plantas. También estarán protegidas de las enfermedades. En poco tiempo, tendrás plantas magníficas con hermosas hojas y raíces sanas.

¿Cómo funciona?

¡Es muy sencillo de hacer! Empieza por elegir el lugar adecuado para enterrar el huevo. Huerto, balcón o terraza, cualquier lugar puede acoger este original abono. Para plantas de maceta, rellene el fondo de la maceta con tierra buena para macetas unos centímetros. A continuación, coloque el huevo entero con su cáscara. Cúbrelo con tierra y siembra las semillas que quieras cultivar. Para ello, ayúdate de un objeto afilado, como un cuchillo, para hacer agujeros para las semillas. A continuación, riega regularmente para que el huevo se deshaga y alimente las semillas.

Si utilizas esta técnica para tu huerto, el procedimiento es el mismo, pero tienes que hacer un agujero más profundo para enterrar el huevo. Asegúrate. El huevo no desprenderá ningún olor desagradable al desintegrarse porque la tierra absorberá el sulfuro de hidrógeno.