Orquídea enferma: ¡aquí tienes 3 señales que no debes subestimar si quieres evitar que tu orquídea muera!

Cuando note alguno de estos 3 signos en su planta, debería preocuparse. Estos son signos fatales que apuntan a una orquídea enferma.

Las orquídeas son hermosas plantas de interior que aportan color y elegancia a los hogares. El esplendor de sus formas y sus flores de vivos colores las convierten en la planta perfecta para embellecer la casa y el apartamento.

La orquídea Phalaenopsis es la variedad más extendida. Una variante que debe su nombre a sus flores en forma de mariposa. Es una planta muy sencilla de cultivar pero a veces sufre debido a ciertos factores externos como exposición demasiado intensa o humedad incorrecta.

Cuando una orquídea no está en plena forma, deja claro su estado mostrando algunos signos externos. Hay 3 en particular que no deben subestimarse.

3 señales que no hay que subestimar

Cuando una orquídea muestra algunos de estos signos, hay que actuar con rapidez.

Cuando las raíces de tu planta se vuelven oscuras, es una mala señal. Cuando el verde empieza a volverse marrón, lo más probable es que algo vaya mal, como un exceso de humedad.

Las orquídeas no toleran el estancamiento de agua. Cuando las raíces tienden a un color parecido al gris, significa que la orquídea está recibiendo demasiada agua. Para facilitar la operación de riego, sea partidario de poner la orquídea en macetas transparentes a través de las cuales será más fácil comprobar las raíces de la planta.

Las flores cayendo son también otro signo a tener en cuenta. Esto demuestra que la orquídea se encuentra en un estado de estrés y sufrimiento.

Sin embargo, si este fenómeno se produce en pleno periodo de floración, no es normal que caigan varias flores al mismo tiempo.

Las flores marchitas podrían ser un síntoma de pudrición de la raíz. Ante raíces podridas, conviene cortarlas con tijeras esterilizantes para evitar infecciones bacterianas que podrían afectar a la planta.

La última señal de advertencia son las hojas marchitas. Dado que la orquídea se caracteriza por sus hojas carnosas y frondosas, verlas marchitas no es normal. Para ayudar a la planta a recuperarse más rápidamente, recomendamos regar la orquídea y luego sumergirla. Coja la planta y sumerja sus raíces en un recipiente lleno de agua. Para ayudar a la planta a recuperarse más rápidamente, es aconsejable regar la orquídea y luego sumergirla en agua. Coja la planta y sumerja sus raíces en un recipiente lleno de agua. Déjela en remojo unos instantes y vuelva a colocarla en su maceta.