Orquídeas marchitas: ¡una gota de este producto es suficiente para devolverles la vida!

Si notas que tu orquídea se ha marchitado, utiliza este truco que también usan los expertos en jardinería. Con una sola gota, ¡tu planta volverá a estar en forma en un abrir y cerrar de ojos!

Las orquídeas son plantas coloridas y fascinantes para decorar el hogar. Pero también son muy delicadas y frágiles. Para mantenerlas brillantes y sanas, hay que cuidar del entorno, la luz, la humedad y el riego.

Para ello, bastan algunos pequeños gestos para mantener viva la orquídea. Cuando las hojas de la planta amarillean, significa que se están secando. Por tanto, la planta se está muriendo. Las flores también empiezan a marchitarse. Pero con estos pequeños trucos, puedes devolver la vida a tu orquídea rápidamente.

Unos sencillos pasos para revivir una orquídea marchita

Si la planta está seca y marchita, es necesario recurrir a un refuerzo utilizando un ingrediente especial que es peróxido de hidrógeno. Este ingrediente se utiliza para tratar las enfermedades de las plantas de interior. También ayuda a dinamizar las raíces. Basta con espolvorear la tierra con una pizca de peróxido de hidrógeno para proporcionar energía a las hojas y raíces de la orquídea. El peróxido de hidrógeno mata los parásitos. Fertiliza las plantas y acelera la floración actuando como fungicida.

Puede utilizar peróxido de hidrógeno en la primera fase del cultivo, es decir, humedeciendo las semillas antes de enterrarlas. Mejor aún, puede sumergirlas en agua con la adición de unas gotas de peróxido de hidrógeno  durante media hora.

Para no dañar las hojas de las plantas más sensibles, basta con mezclar un poco de agua oxigenada con un litro de agua. Vierta esta mezcla en un pulverizador y rocíela sobre las hojas una vez a la semana durante todo el año. Esta solución estimula la floración y hace que la planta sea más resistente.

Si la orquídea ya se ha marchitado, simplemente córtele las hojas secas y sumerja la maceta en un barreño con una mezcla de agua y peróxido de hidrógeno. Deja la planta sumergida en ella durante unas horas y luego vuelve a colocarla en su sitio. Esto eliminará todo el exceso de agua a la vez que proporciona sus beneficios a las plantas. Repita la operación una vez a la semana durante un mes para ver una mejora notable. El peróxido de hidrógeno proporciona a las plantas todos los oligoelementos que necesitan.