Aprenda a cultivar un limonero a partir de una sola semilla.

Descubre la técnica correcta para sembrar tus semillas de limón para cultivar un limonero.

Zitrone

¿Has intentado alguna vez cultivar un limonero a partir de semillas pero has fracasado? Si has fracasado, puede que te hayas saltado alguno de los pasos necesarios para germinar las semillas. ¡Descubre los pasos a seguir para conseguir un limonero bonito y vigoroso!

Materiales necesarios para cultivar un limonero:

  • Fresco Semillas de limón _
  • Un vaso de plástico
  • Tierra para macetas
  • Una toalla de papel
  • Un poco de agua
  • Un tamiz
Zitrone

He aquí los distintos pasos que hay que seguir para hacerlo bien:

  • Tome un limón comercial, preferiblemente orgánico, córtelo por la mitad con un cuchillo y quítele las semillas.
  • Enjuaga las semillas con agua clara para eliminar la pulpa de las semillas. Aquí es donde el colador fino resulta útil. Ten cuidado de no dejar caer ninguna semilla por el orificio del desagüe, podrían obstruirlo.
  • Utiliza las uñas para abrir la corteza de la semilla más o menos hasta la mitad. Este importante paso marca la diferencia, ya que facilita la penetración del agua. Los nuevos brotes pueden germinar más fácilmente.
  • Utiliza un cuchillo afilado para perforar el fondo del vaso de plástico, esto evita que el agua se acumule en el fondo del vaso.
  • Ponga tierra en la taza, dejando unos centímetros en la parte superior de la taza. Presione la tierra con los dedos.
  • Coloque de 6 a 8 semillas en la tierra.
  • Cubra las semillas con tierra para macetas hasta llenar el recipiente y riegue generosamente.
  • Dobla la toalla de papel en cuatro y colócala sobre la tierra de la maceta.
  • Humedece bien la toalla para mantener húmeda la tierra de la maceta. Este es un paso esencial para conseguir que las semillas germinen.
  • Levanta la toalla de papel húmeda de vez en cuando para ver si ha germinado alguna semilla.
  • Mantén la toalla de papel húmeda hasta que el brote haya crecido unos centímetros.
  • Cuando haya alcanzado varios centímetros, trasplántala a una maceta más grande y riégala inmediatamente.