¡Qué mejor que tener plantas aromáticas creciendo por toda la casa! Es una idea estupenda no sólo para decorar la cocina, sino también para tener a mano hierbas aromáticas con las que condimentar las preparaciones culinarias. Así que hoy me gustaría compartir con vosotros los nombres de tres hierbas aromáticas que crecen muy fácilmente en el agua..
Las plantas de interior aportan un toque de elegancia al hogar. Mejoran el ambiente interior a la vez que purifican el aire de la casa. Pero algunas de estas plantas son muy útiles porque son plantas aromáticas que utilizamos a menudo para disfrutar de varios platos cotidianos.
Las hierbas aromáticas son muy fáciles de cultivar y requieren muy pocos cuidados: crecen solas en agua, echan raíces y luego hay que trasladarlas a una maceta.
¿Quieres saber cuáles son estas tres hierbas aromáticas y cómo plantarlas en agua para disfrutar de su frescor cada día ? ¡Sigue leyendo y las conocerás enseguida!
3 hierbas aromáticas que pueden crecer en el agua
Menta
El mentol es una planta aromática utilizada para condimentar una gran variedad de platos. Se distingue por su aroma único, que confiere una sutil fragancia a muchas preparaciones. La menta también es perfecta para elaborar infusiones y aceites esenciales.
Orégano
A diario, estamos acostumbrados a comer orégano seco, pero también es posible utilizar orégano fresco en platos de pasta y otras recetas. Si desea disponer así de orégano seco, sólo tiene que cortar unas cuantas hojas y secarlas al aire.
Albahaca
Esta hierba aromática fácil de cultivar en agua es sin duda una de las más utilizadas en la cocina. Nos encanta su original aroma, que aporta un sabor exquisito a diversas preparaciones culinarias. También es importante mencionar que esta planta tiene muy buenas virtudes para aliviar problemas digestivos, como la hinchazón o la indigestión.
¿Cómo se cultivan?
Empieza por coger un frasco de cristal o un tarro de mermelada previamente limpio. A continuación, coge unos cuantos tallos de hierbas aromáticas para plantarlos en el agua. Puedes conseguirlas cortando parte de la planta de tu vecino o comprándolas.
Limpiar el tallo, quitar las hojas de la parte que se va a sumergir en el agua y conservar sólo las de la parte superior. Coloca el tallo en un tarro lleno de agua. Coloca el tarro en un lugar con mucha luz. Deja que tu planta crezca tranquilamente y cuando enraíce lo suficiente, puedes transferirla a una maceta y ponerla con tierra.