Congelar limones: consejos para tenerlos siempre a mano

Los limones son uno de esos productos que nunca deben faltar en la cocina. Con este cítrico es posible crear infinidad de recetas. Desde entrantes hasta postres, los limones son protagonistas de muchas preparaciones culinarias.

Cuando hablamos de limón, no sólo nos referimos al zumo de limón, sino también a la cáscara, que se utiliza mucho para aromatizar los dulces. El limón cáscara también añade sabor a toda una serie de recetas saladas.

Si quieres almacenar limones en casa, es posible congelarlos pero de la manera correcta. De esta forma, siempre tendrás a tu disposición este cítrico para aromatizar tus distintas preparaciones en la cocina. A continuación te explicamos cómo hacerlo paso a paso.

Consejos para congelar bien los cítricos

Aunque los cítricos como los limones se pueden encontrar en los puestos del mercado durante todo el año, puedes congelarlos para tenerlos a mano.

Los limones no sólo se utilizan en la cocina para una gran variedad de recetas, también se recurre a ellos para limpiar el hogar o para cuidar nuestra piel.

Los siguientes consejos te mostrarán cómo conservar los limones para mantenerlos jugosos y fragantes y cómo congelarlos para que siempre los tengas a mano.

Cáscara de limón

Lo primero que debes hacer es lavar bien los limones con bicarbonato de sodio disuelto en un recipiente con agua.

Deja los limones en remojo durante al menos 15 minutos

y luego enjuágalos.

Sécalos bien con un paño de cocina limpio o papel de cocina.

Retire la ralladura con un rallador de dientes grandes o un cuchillo pequeño y colóquela en una bolsa de plástico o un recipiente hermético apto para el congelador.

Zumo de limón : una vez retirada la cáscara, divida el limón por la mitad y exprima el zumo con un exprimidor de cítricos. A continuación, cuele el zumo por el colador y luego, viértalo en bandejas de cubitos de hielo previamente lavadas y secadas. Una vez que los cubitos de zumo estén bien congelados, pásalos a una bolsa para alimentos y vuelve a meterlos en el congelador inmediatamente. De esta forma, siempre tendrás zumo de limón disponible para hacer todas tus recetas.

Rajadas de limón: También es posible congelar rodajas de limón. Para ello, lava bien los limones y córtalos en rodajas. Congélalos en una bandeja y luego mételos en una bolsa de plástico para congelar. Puedes utilizarlos para aromatizar un postre o perfumar uno de tus platos favoritos.