¡Qué placer tenerlas con nosotros! Símbolo de elegancia y feminidad, las rosas figuran entre las plantas más populares. Su variedad de colores representa el amor, la amistad y la gratitud, y aporta un toque cálido a nuestro jardín. Sin embargo, el éxito de su floración depende de la atención que prestemos a nuestra planta cada día. He aquí algunos cuidados y técnicas de riego que darán una segunda vida a sus flores, según los consejos de Alain Tur, jardinero en Haute-Garonne.
Para conservar las cualidades decorativas de un rosal, hay que tomar precauciones sencillas. Estas tienen en cuenta los parámetros esenciales para su crecimiento, como su entorno, la exposición, la fertilización y el riego.
¿Necesitan las rosas un riego especial para mantenerse en perfecto estado?
La cuestión del riego es sin duda la cumbre de todo proceso de conservación de las plantas. La falta de agua y, por el contrario, el riego excesivo pueden perjudicar a sus flores y plantas.