Nuestros consejos te indican la mejor forma de almacenar el ajo, porque aunque es sano y delicioso, no necesariamente querrás comer esta hortaliza todos los días.
Consejo 1: Almacenar en un lugar fresco y seco
Lo más importante a la hora de almacenar el ajo es mantenerlo siempre fresco, oscuro y seco.
Consejo 2: trenza los ajos
Si tienes ajos recién cosechados, quítales las pieles sueltas y trénzalos en trenzas para colgarlos durante la noche en un lugar fresco y ventilado para que se sequen. Es importante que el ajo reciba suficiente oxígeno. También puedes guardar los bulbos en una caja de madera.
Consejo 3: Cuelga por el tallo
Para que el ajo se conserve durante mucho tiempo, átalo por el tallo y cuélgalo. Asegúrese de que la humedad en el lugar de almacenamiento no sea demasiado alta, ya que el ajo empieza a pudrirse con una humedad superior al 75 por ciento. Por lo tanto, un sótano húmedo no es un lugar de almacenamiento adecuado.
Consejo 4: Controle la circulación del aire
También puede utilizar una red para almacenar los ajos. Sin embargo, asegúrese de que llega suficiente aire a los ajos. Nunca metas los ajos en una bolsa de plástico. Una bolsa de papel es mejor para esto.
Consejo 5: Pon una maceta encima
Coloca el ajo en un plato y cúbrelo con una maceta. Asegúrate de que la maceta tiene un agujero en el fondo para que pueda entrar el aire.
Consejo 6: Sumérgelos en aceite
Para que los ajos duren más, también puedes sumergirlos en aceite. Para ello, pela los ajos, pon los dientes en un tarro de conservas con tapón de rosca, cúbrelos con aceite y, eventualmente, añade especias como romero. De esta forma, el ajo no sólo se conservará durante mucho tiempo, sino que además tendrás a mano un aceite delicioso y aromático.
Consejo 7: procesa el ajo
También puedes hacer pasta de ajo para conservarlo y tener siempre a mano ajo fresco. Para ello, primero pela unos dientes de ajo y luego tritúralos o pícalos con una batidora. Añade sal y aceite a la pasta hasta obtener una mezcla cremosa. Pon la mezcla en un tarro con tapón de rosca. Si quieres que la pasta se conserve hasta 6 meses, llena los tarros con agua hasta 2 centímetros por debajo del borde de la tapa y colócalos en una olla.