Tener la casa llena de plantas es una auténtica obsesión para muchos de nosotros, pero mantenerlas sanas y exuberantes es todo un reto. Para tratar con éxito las plantas y conseguir que florezcan y estén lozanas, te explicamos cómo preparar un agua de riego “fortificada” .
Puede haber momentos en los que nuestras plantas dejen de crecer o muestren signos de dolencias, como un amarilleamiento de las hojas o un aspecto débil en general. Afortunadamente, existen ingredientes naturales cuyos nutrientes como vitaminas y minerales pueden ayudarnos a recuperar nuestras plantas.
Cada planta tiene unas necesidades hídricas diferentes: algunas se adaptan a periodos secos prolongados, otras necesitan un suelo constantemente húmedo. Sin embargo, todas las plantas necesitan nutrientes.
Aunque en el mercado existen todo tipo de abonos, incluso líquidos, una forma de nutrir nuestras plantas a diario es a través del riego . A continuación te explicamos cómo enriquecerla con nutrientes .
Necesitas:
- Cáscaras de plátano
- Agua de cocción de verduras, pasta o huevos (sin sal, azúcar ni otras especias)
- Contenedor herméticamente cerrado
Después de haber cocinado tus alimentos (pasta, verduras o huevos), escúrrelos, guarda el agua y deja que se enfríen.
Vierte el agua de cocción en el recipiente hermético y añade las cáscaras de plátano cortadas en trozos, luego cierra el recipiente.
Puedes conservarlo en un recipiente hermético durante dos días, tras los cuales deberás desecharlo para evitar que el líquido se estanque.
Dilúyelo con agua pura y utiliza el líquido para regar tus plantas al menos una vez a la semana.
El agua de cocción de la pasta, las verduras o los huevos contiene nutrientes muy útiles para las plantas. El potasio que liberan las cáscaras de plátano da a nuestras plantas un impulso extra durante su floración.