Los pepitas en las frutas a veces pueden resultar molestas y terminan rápidamente en nuestras papeleras, y no se vuelve a hablar de ellas. Sin embargo, si se utilizan de manera adecuada, pueden ser muy útiles. Por ejemplo, las pepitas de melón se pueden cocinar como aperitivo. Algunas personas también las ven como una herramienta de jardinería, para plantarlas y verlas crecer día a día, al igual que el hueso de aguacate. Las semillas de limón, por otro lado, también se pueden sembrar para obtener un hermoso árbol. Sin embargo, si lo has intentado, es posible que hayas notado que es difícil que crezcan, ¡incluso que haya sido un fracaso total! De hecho, se debe utilizar una técnica muy precisa para que funcione. No te preocupes, te lo explicamos todo aquí y no tiene nada de complicado.
Cómo sembrar eficazmente las semillas de limón paso a paso:
- Corta el limón por la mitad y retira las semillas con cuidado con una hoja de cuchillo para no dañarlas.
- Luego, límpialas bajo el agua con un tamiz para quitar los restos de pulpa. Ten en cuenta que si algunas semillas son demasiado pequeñas y deformes, es probable que no sean utilizables para plantar.
- Con la ayuda de tu uña, abre ligeramente la semilla para facilitar la absorción de agua y ayudarla a germinar.
- Con un cuchillo, haz un agujero en el fondo de un vaso de plástico y llénalo con una mezcla de sustrato y un 40% de humus. Compacta un poco la tierra.
- En la superficie, coloca 5 o 6 semillas en posición horizontal y cúbrelo con un poco de tierra. Riega y cubre con una toalla de papel doblada varias veces antes de regar nuevamente (esto retendrá la humedad y el calor en la tierra). Retira el papel cuando aparezcan los primeros brotes.
- Cuando tus jóvenes brotes de limonero hayan germinado y alcancen algunos centímetros, podrás trasplantarlos a una maceta más grande.
¡Y listo! La siembra es un éxito y te conviertes en el rey de los sembradores de limones. El secreto está en hacer germinar bien las semillas antes de plantarlas 😉