¿Cada cuánto tiempo necesitas lavar las alfombrillas de tu baño, sobre todo si están llenas de polvo y suciedad? Aquí tienes algunos consejos de los expertos.

Las alfombras de baño tienen fama de absorber muchas impurezas y suciedad. Las alfombras cercanas al inodoro contienen partículas de heces y orina, mientras que las cercanas a la ducha son caldo de cultivo para el moho.
Su cuarto de baño es el lugar donde cuida de su higiene personal y, por lo tanto, no quiere que la suciedad y las bacterias ocultas comprometan su salud. Para mantenerlo limpio e higiénico, es esencial limpiar las alfombrillas con regularidad.
CUÁNDO DEBEN LAVARSE LAS ALFOMBRILLAS DE BAÑO
La frecuencia con la que deben lavarse las alfombrillas de baño depende de cuántas personas las utilicen y con qué frecuencia.
Cuanto más tiempo permanezca húmeda la alfombrilla, más a menudo habrá que lavarla. El ambiente cálido y húmedo del cuarto de baño favorece la aparición de moho y hongos.
La humedad en la ducha provoca la aparición de moho negro en las esquinas de la cabina de ducha y puede hacer que la pelusa entre los azulejos se desprenda.
Además, el vapor producido por la ducha penetra en la alfombrilla de baño, acumulándose sin que ésta se seque correctamente. Esto favorece la acumulación de humedad y la proliferación de bacterias a las que les encanta un ambiente húmedo.

Atención. La alfombrilla de baño está fijada al suelo, por lo que no puede secarse correctamente debido a la falta de circulación de aire.
Esto puede provocar la rápida formación de moho y bacterias no deseadas. Además, es donde se camina con los pies mojados y donde se acumula el agua.
Las alfombrillas de baño están diseñadas para retener el agua y conservar la humedad, lo que puede favorecer el crecimiento de bacterias hasta que se limpian.
Cuanto más a menudo utilice la ducha, más probable será que se acumule humedad en la alfombrilla. Esto significa que el uso y la limpieza están directamente relacionados.
Importante Si la alfombrilla tiene una base de goma antideslizante, es posible que no resista lavados frecuentes. Recomendamos limpiarla cada 3-4 semanas con agua fría.
También puedes rociarlas con vinagre blanco todas las semanas para eliminar las bacterias sin comprometer la integridad de la alfombrilla.
Si la alfombrilla no tiene una base de goma, normalmente debe lavarse cada semana o cada quince días. Afortunadamente, limpiar una alfombrilla de baño o aseo es fácil.
Cómo limpiar las alfombrillas de baño
- Comprueba las etiquetas: antes de proceder, comprueba cuidadosamente las etiquetas de las alfombrillas de baño. En ellas se indica la composición del tejido y las instrucciones de cuidado y lavado. Siga atentamente las instrucciones del fabricante.
- Agite las alfombrillas: antes de lavarlas, agítelas enérgicamente para eliminar el exceso de suciedad y polvo. Te sorprenderá la cantidad de restos que se desprenderán del tejido. Agítala bien para evitar que se atasque la lavadora. Si la alfombrilla tiene una base de goma, límpiela con un paño de microfibra seco para eliminar la suciedad y el polvo. Ponte guantes por si las alfombrillas tienen moho, tienen mal olor o llevan tiempo sin lavarse.
- Métalas en la lavadora: casi todas las alfombras pueden lavarse a máquina con agua fría o caliente. Por lo general, es preferible el agua fría, ya que evita la decoloración y el desteñido. Sin embargo, agua caliente puede ser útil para eliminar mejor las partículas de bacterias. Evite utilizar agua caliente si la funda de la alfombrilla es de goma. El agua caliente puede derretir el plástico. Utilice un detergente suave y respetuoso con el medio ambiente. Añade también media cucharadita de bicarbonato de sodio. Esto ayudará a eliminar los olores, reducir las bacterias y aclarar los colores. Añade también 5 gotas de aceite esencial de lavanda, ya que es un agente antimicrobiano que elimina el moho, además de aportar frescor y un aroma muy ligero. No sobrecargue la lavadora. Es mejor lavar cada alfombra por separado, incluso de otros tejidos o toallas.
- Meter en secadora o colgar para secar: si la alfombrilla es de goma, no la meta en la secadora. El calor de la secadora puede derretir el plástico. Para secarla al aire, cuelgue la alfombrilla con la parte más ancha expuesta al aire. Sécala al sol en un tendedero. La luz del sol puede ayudar a eliminar cualquier partícula, pero también los olores desagradables. Si no puedes secar la alfombra al aire libre, cuélgala sobre el borde de la ducha o la bañera para que se seque. Si no tiene base de goma, puedes meterla en la secadora. Normalmente, las alfombras de baño necesitan dos ciclos de lavado ya que son gruesas y tardan mucho en secarse.
Cómo mantener la limpieza en el baño y la alfombra
- Comprar más de una alfombra: después de lavarse, la alfombra del baño tarda en secarse al aire, ya que suele ser gruesa y suave. Para evitar dejar el suelo vacío, es aconsejable comprar una alfombra de repuesto. Esto es especialmente útil si hay muchas personas en casa o si hay invitados y, debido al uso frecuente de la ducha o la bañera, la alfombrilla tarda en secarse.
- Elegir la alfombrilla de baño adecuada: algunas alfombrillas son más fáciles de limpiar que otras. Las de espuma con memoria tienen buen aspecto, pero son difíciles de limpiar. Es aconsejable optar por el buen algodón de toda la vida, ya que estas alfombras son fáciles de mantener, se pueden lavar con otras prendas y se secan fácilmente. Además, el algodón es hipoalergénico. El bambú es otra opción excelente. Estas alfombras de madera son naturales y antimicrobianas y se secan rápidamente, lo que facilita su limpieza. En lugar de lavarlas en la lavadora, basta con limpiarlas con una solución antimicrobiana. Si las alfombras de bambú están hechas de tejido de bambú, algunas de ellas pueden lavarse. Además, son estéticamente agradables y seguras de usar.
- Evite guardar toallas< y textiles diversos en el cuarto de baño: como los cuartos de baño son muy húmedos, es aconsejable guardar las toallas en otra habitación para evitar que aparezca moho< en las que no se utilicen. En el cuarto de baño, es preferible tener sólo alfombrillas de ducha e inodoro, ¡que deben limpiarse con frecuencia! Además, es bueno guardar sólo las toallas que se utilizan y lavarlas a su debido tiempo. Algunos expertos sugieren no guardar medicamentos en el cuarto de baño por la misma razón. Evite guardar objetos sensibles a la temperatura en el cuarto de baño.
- Tenga cuidado con la ventilación: asegúrese de que su cuarto de baño está bien ventilado, utilizando un ventilador independiente o un sistema integrado. También puedes considerar el uso de un deshumidificador para eliminar el exceso de humedad de la habitación. La ventilación garantiza que el vapor no se acumule en la alfombrilla de baño u otras zonas, evitando la proliferación de bacterias y moho.
En conclusión, después de ducharse, es importante salir con ropa limpia, sobre todo porque los pies están expuestos a muchas bacterias durante el día.

Para mantener la casa limpia y la salud de la familia, es necesario lavar la alfombrilla de baño con frecuencia. Este tipo de ropa requiere especial cuidado y atención, ya que tiende a atraer y albergar bacterias.