es difícil prescindir de nuestras sartenes cuando cocinamos. En cambio, sí podríamos prescindir de los alimentos que se pegan o de los grumos quemados que la colonizan durante la preparación, así como de los arañazos que aparecen con el tiempo. Y el problema es que no se pueden ignorar estos arañazos, que estorban durante la cocción posterior, y una sartén demasiado estropeada puede liberar sustancias tóxicas durante la cocción. Por eso es tan importante asegurarse de que la sartén se limpia y mantiene correctamente, para que dure el mayor tiempo posible.
1) Prueba la técnica de la sal y la patata

La sal sirve para muchas cosas, como combatir la suciedad y la humedad y desinfectar diversos materiales. Con las patatas puedes exfoliar y desengrasar tus utensilios sin dañarlos.
Para ello, corta una patata por la mitad. Pásala por la sartén para eliminar los restos de salsa y comida, luego añade una buena cucharada de sal gorda y frota con la patata haciendo movimientos circulares. Aclara la sartén, sécala y protégela hasta la próxima vez que la utilices untándola ligeramente con aceite de oliva.
2) Un método para dejar una sartén de hierro fundido como nueva

Son increíbles, pero la comida siempre acaba pegándose a ellas y la humedad que queda repercute en el sabor de los alimentos. A continuación te explicamos cómo eliminarlas con papel de aluminio y sal gorda para limpiarlas a fondo sin dañar la sartén.
Siga un procedimiento similar al del consejo anterior, frotando el interior de la sartén con la sal y el aluminio hasta que se oscurezca por completo.
3) Saca el dúo ganador: ¡vinagre y bicarbonato!

Estos dos elementos pueden utilizarse para desinfectar, desengrasar y eliminar la suciedad y la humedad.
Para ello, calienta unos 200 ml de agua (dependiendo del tamaño de la cazuela) y viértela en la cazuela antes de añadir dos cucharadas de vinagre blanco. Déjalo durante 5 minutos y, a continuación, retira un poco del agua para que quede poco más de la mitad. Añade una cucharada generosa de bicarbonato y frota el resto de la grasa con un cepillo pequeño. Aclara y termina con un lavado convencional con agua y detergente.
